04/11/2025 - Edición Nº1001

Internacionales

Ataque en tren británico

Once heridos en un brutal apuñalamiento dentro de un tren en Reino Unido

03/11/2025 | Un hombre de 32 años fue acusado de once intentos de asesinato tras atacar a pasajeros que viajaban hacia Londres.



El Reino Unido amaneció conmocionado tras un violento ataque dentro de un tren que viajaba hacia Londres. Un hombre identificado como Anthony Williams, de 32 años, fue acusado de once intentos de asesinato luego de apuñalar a pasajeros y personal ferroviario durante un trayecto entre Peterborough y Huntingdon, en el condado de Cambridgeshire.

El ataque ocurrió el sábado por la noche a bordo de un servicio de la London North Eastern Railway (LNER), una de las principales operadoras del país. Según testigos, el agresor se levantó de su asiento sin previo aviso y comenzó a atacar con un cuchillo a las personas que tenía cerca. El pánico se extendió rápidamente por el vagón mientras los pasajeros intentaban huir o refugiarse en otros compartimientos.

La policía ferroviaria británica respondió a la llamada de emergencia en cuestión de minutos. El sospechoso fue detenido en la estación de Huntingdon tras una persecución breve y sin que se registraran disparos. Entre las once personas heridas hay cuatro que permanecen hospitalizadas, dos de ellas en estado crítico.


El ataque ocurrió a bordo de un servicio de la línea LNER que viajaba hacia Londres y dejó once heridos.

Investigación en curso

Williams fue acusado formalmente de once cargos de intento de asesinato, uno de agresión con lesiones graves y otro por posesión de arma blanca. Comparecerá ante el tribunal de magistrados de Peterborough mientras continúa la investigación para determinar los motivos del ataque.

Las autoridades confirmaron que, hasta el momento, no existen indicios de terrorismo ni vínculos con grupos extremistas. Tampoco se encontraron antecedentes penales graves en el historial del agresor. Fuentes cercanas a la investigación señalaron que se analizan posibles problemas de salud mental como parte del contexto del caso.

El primer ministro Keir Starmer calificó el hecho como “devastador e inaceptable” y expresó su apoyo a las víctimas. En tanto, la ministra del Interior, Shabana Mahmood, anunció un incremento temporal de la presencia policial en estaciones y trenes del país para “garantizar la seguridad y la tranquilidad de los pasajeros”.


Los investigadores analizan las cámaras de seguridad y testimonios de pasajeros para reconstruir el ataque.

El personal ferroviario, considerado héroe por haber intentado frenar al atacante, recibió amplio reconocimiento público. La empresa LNER emitió un comunicado agradeciendo la rápida respuesta de los servicios de emergencia y la colaboración de los testigos.

Un problema persistente

El caso reaviva el debate sobre la violencia con cuchillos en el Reino Unido, un fenómeno que preocupa desde hace más de una década. En los últimos años, los ataques con arma blanca se han incrementado, especialmente en áreas urbanas como Londres, Birmingham y Manchester. Según estadísticas oficiales, solo en 2024 se registraron más de 48.000 delitos con cuchillos, una cifra que mantiene en alerta a las autoridades y organizaciones civiles.

Aunque los incidentes en el sistema ferroviario no son frecuentes, este episodio evoca el recuerdo de otros ataques que sacudieron al país, como el apuñalamiento en la estación de Reading en 2020 o el ataque en un tren de Surrey en 2019, ambos con saldo mortal.


Starmer expresó su apoyo a las víctimas y destacó la valentía del personal ferroviario que intentó detener al agresor.

Qué sigue

Williams permanece bajo custodia policial mientras se recopilan testimonios y grabaciones de seguridad para reconstruir minuto a minuto lo sucedido. Las autoridades instaron a los pasajeros que presenciaron el hecho a colaborar con información.

El episodio no solo dejó heridos físicos, sino también un fuerte impacto psicológico entre los viajeros y el personal ferroviario, que enfrenta ahora la difícil tarea de retomar la normalidad en una red que transporta a más de 1,8 millones de pasajeros diarios. El caso se convirtió en símbolo de una preocupación más amplia: la creciente sensación de inseguridad en espacios públicos británicos y la urgencia de revisar las políticas de prevención y control de armas blancas en el país.