El gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, sorprendió al confirmar su disposición a apoyar la reforma laboral impulsada por Javier Milei, y con ello, se desmarca del bloque de gobernadores peronistas que busca resistir las reformas estructurales del Gobierno. “Podemos acompañar los cambios que sirvan para generar empleo”, afirmó tras reunirse con el Presidente el jueves pasado.
La postura de Jalil no es nueva: durante los dos primeros años de la gestión libertaria, fue uno de los mandatarios del PJ que más colaboró con la Casa Rosada. Respaldó el RIGI, los vetos presidenciales a los aumentos universitarios y jubilatorios, y mantuvo una línea de diálogo abierta con el ministro Luis “Toto” Caputo. Ahora, tras su victoria electoral —en la que obtuvo 45,6% frente al 33,6% de La Libertad Avanza—, siente que tiene autoridad política para tomar distancia del kirchnerismo duro.
En su entorno aseguran que Jalil quiere consolidar una posición pragmática, alejada del eje “gobierno-oposición” y más centrada en los intereses provinciales. Su bloque legislativo, integrado por Silvana Ginocchio, Dante López Rodríguez, Fernanda Ávila y Sebastián Nóblega, sufrirá recambios en diciembre, con la llegada de Fernando Monguillot y Claudia Palladino, lo que podría reforzar esa línea moderada.
Pero Catamarca no es un caso aislado. Desde Córdoba, el gobernador Martín Llaryora también evalúa acompañar la reforma laboral si el texto final resulta “razonable”. En su entorno aseguran que “hay reformas laborales y reformas laborales”, y que el mensaje de las urnas fue que “los dirigentes deben ponerse de acuerdo”. El espacio cordobesista impulsa la creación del bloque Provincias Unidas, con entre 16 y 20 legisladores.
En cambio, otros mandatarios del PJ mantienen una postura más escéptica. Un gobernador que no fue invitado al encuentro con Milei ironizó: “Cada uno llevó su carpetita de reclamos, Milei les pidió apoyo, pero no les va a cumplir”. En esa línea, los pedidos de Ignacio Torres (Chubut), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Gustavo Valdés (Corrientes) se acumulan en el despacho de Caputo, que deberá definir si los fondos prometidos se reflejan en el Presupuesto 2026.
El escenario legislativo es incierto: la oposición logró emplazar la comisión de Presupuesto para dictaminar el proyecto este martes, pero el oficialismo apuesta a romper el quórum y postergar el debate hasta las sesiones extraordinarias. Mientras tanto, el bloque libertario confía en que aliados como Jalil y los cordobeses colaboren para evitar modificaciones en favor de universidades o programas sociales.
Con este giro, Jalil se consolida como uno de los gobernadores más dialoguistas del peronismo, aunque su acercamiento a Milei amenaza con profundizar la fractura dentro del bloque federal y reconfigurar el mapa político del interior.