La comisión investigadora de la Cámara de Diputados que analiza las muertes por fentanilo contaminado sesiona este lunes en Rosario, epicentro de la tragedia sanitaria que dejó 124 víctimas fatales en el país. Pero la jornada comenzó con una postal que expuso cierta descoordinación política: de los 16 diputados que habían confirmado su presencia para viajar en el operativo oficial, solo tres se presentaron.
Desde las 7:30, en el Congreso, combis, cuatro autos y móviles de apoyo aguardaban listos para salir hacia Rosario, en un traslado planificado por la Cámara baja. Sin embargo, la mayoría de los legisladores no apareció. Algunos avisaron que viajarían por su cuenta, otros no confirmaron si asistirán. El operativo, pensado para una delegación completa, terminó partiendo casi vacío.
Aun así, la sesión se llevará adelante en el Concejo Municipal rosarino, encabezada por la diputada y exintendenta Mónica Fein. Allí participan familiares de víctimas, organizaciones sociales y profesionales de la salud, con el objetivo de avanzar en un diagnóstico común y en propuestas para mejorar los controles sobre medicamentos sensibles.
La diputada sostuvo que el 9 de diciembre se presentará el informe final con propuestas legislativas y recomendaciones institucionales. “Desde el inicio, el eje fueron las víctimas. Buscamos detectar fallas, vacíos normativos y responsabilidades. La Anmat debe fortalecerse: no puede volver a fallar”, afirmó.
Los familiares reiteraron su pedido de una ley integral de trazabilidad de medicamentos y advirtieron sobre “la falta de control del Estado” en el sistema sanitario. También volvieron a señalar las ausencias del ministro de Salud, Mario Lugones, y de las autoridades de la Anmat en la última reunión legislativa, aunque ambos fueron reconvocados para el 13 de noviembre.
“Esto no fue un hecho aislado, fue el reflejo de un sistema sin vigilancia. Esperábamos más compromiso de todos los sectores”, señaló Ivana, hija de una de las víctimas.
Uno de los principales focos del trabajo legislativo sigue siendo el laboratorio HLB Pharma, productor del lote adulterado que causó la intoxicación masiva. La comisión detectó irregularidades acumuladas durante años sin sanciones efectivas, lo que reveló la fragilidad del sistema de control.
“El laboratorio incumplió el protocolo de retiro de productos alterados”, señaló Fein, quien recordó que fue el juez federal Ernesto Kreplak quien descubrió un segundo lote contaminado. “Eso muestra que los mecanismos de alerta no funcionaron como debían.”
La comisión trabaja en una serie de medidas que incluirán trazabilidad total de medicamentos, actualización de protocolos de alerta temprana, refuerzo de la fiscalización sanitaria y sanciones más duras a los laboratorios que incumplan las normas.
En Rosario, el contraste fue inevitable: mientras familiares y especialistas colmaron el Concejo Municipal, las combis oficiales partieron con apenas tres legisladores a bordo. Una imagen que, más allá de la logística, refleja la distancia entre el drama social y la respuesta política.