18/11/2025 - Edición Nº1015

Internacionales

Atentado armado

Colombia en crisis: el ataque en Suárez reaviva el miedo entre los ciudadanos

03/11/2025 | Dos muertos y varios heridos dejó la explosión de un vehículo frente a una estación policial en Suárez, una zona clave del conflicto interno.



La madrugada del lunes sacudió nuevamente al departamento del Cauca, una de las regiones más golpeadas por el conflicto armado en Colombia. Un carro bomba explotó frente a la estación de Policía del municipio de Suárez, dejando al menos dos personas muertas y cinco heridas, además de daños materiales en más de treinta viviendas y locales comerciales. El estruendo, que se escuchó a varios kilómetros, reactivó el miedo de una población acostumbrada a vivir entre el fuego cruzado de las disidencias y la fuerza pública.

El alcalde del municipio, César Cerón, advirtió que los ataques se han vuelto casi rutinarios. “Cada ocho días ocurre algo así”, afirmó en medio del operativo de emergencia que intentaba rescatar heridos entre los escombros. El ministro de Defensa, Iván Velásquez, atribuyó el atentado a las disidencias de las FARC, en particular al frente Jaime Martínez, bajo el mando de alias Iván Mordisco, una de las facciones más activas en el suroccidente del país.

Escalada en el corredor del narcotráfico

El atentado se inscribe en una escalada de violencia en el norte del Cauca, una región estratégica por su conexión con rutas del narcotráfico, la minería ilegal y los corredores hacia el Pacífico. Desde 2024, el Gobierno colombiano mantiene la Operación Escudo del Norte, diseñada para recuperar el control territorial de los municipios dominados por grupos armados. Sin embargo, los recientes ataques muestran que las estructuras insurgentes mantienen capacidad operativa y poder de intimidación sobre la población civil.

La Defensoría del Pueblo calificó el atentado como una grave violación al Derecho Internacional Humanitario, recordando que entre los heridos hay un niño. Los habitantes de Suárez relatan que el vehículo fue detonado tras una serie de disparos, lo que sugiere una acción coordinada. En la zona, los enfrentamientos entre el Ejército y las disidencias se han intensificado en las últimas semanas, generando desplazamientos y temor entre las comunidades rurales.

Fragilidad del Estado en el territorio

La persistencia de estos ataques evidencia la fragilidad del Estado colombiano en regiones periféricas, donde el control institucional es débil y los grupos armados ejercen poder económico y social. A pesar del despliegue militar, la falta de presencia civil y de proyectos de desarrollo mantiene a la población bajo la influencia de actores ilegales. Analistas advierten que, sin una estrategia integral que combine seguridad y bienestar, el ciclo de violencia se perpetuará con una alta probabilidad de repetición.

La reacción oficial fue inmediata: se anunció una recompensa de 200 millones de pesos por información que permita capturar a los responsables. Sin embargo, las medidas reactivas parecen insuficientes frente a una amenaza que se nutre de la economía ilícita y del abandono histórico de la región. En el Cauca, la paz firmada en 2016 nunca se tradujo en estabilidad real: las armas cambiaron de manos, pero no desaparecieron.

Un conflicto que no cede

El atentado en Suárez confirma que el conflicto colombiano sigue activo, aunque con nuevos protagonistas y motivaciones. Las disidencias operan como estructuras híbridas, combinando lógicas políticas con economías criminales, lo que dificulta su desarticulación. Mientras el Gobierno insiste en el diálogo, las comunidades piden acciones concretas de protección y reconstrucción social, convencidas de que la paz no puede depender solo de acuerdos con fusiles.