El pasado de Andrew Mountbatten Windsor -conocido hasta hace poco como príncipe Andrés, duque de York- vuelve a perseguirlo. Más de dos décadas después de una visita oficial a Tailandia, una nueva biografía del historiador británico Andrew Lownie asegura que el duque solicitó la presencia de 40 prostitutas durante un viaje de cuatro días a Bangkok en 2001.
Según el autor, el entonces representante comercial británico habría hecho traer a las mujeres a un hotel de cinco estrellas mientras cumplía funciones diplomáticas costeadas con fondos públicos. Lownie afirma haber recopilado testimonios de testigos y miembros de la familia real tailandesa, quienes confirmaron que el hijo de la reina Isabel II prefirió hospedarse en un lujoso resort privado en lugar de la residencia diplomática. El historiador describe el hecho como un ejemplo de los excesos y privilegios que marcaron los años más controvertidos de la vida del príncipe Andrés. El episodio, según su relato, era conocido en ciertos círculos diplomáticos, pero se mantenía en silencio por “razones de Estado”.

Estas revelaciones resurgen en medio de un intento de rehabilitación mediática del duque, quien desde hace meses busca volver a la vida pública tras haber sido apartado de sus deberes reales. En 2022, Andrés perdió sus títulos militares y su rol oficial luego del escándalo por su amistad con el financista Jeffrey Epstein y la demanda por abuso sexual presentada por Virginia Giuffre, que se resolvió mediante un acuerdo extrajudicial millonario.
El libro también detalla cómo el viaje a Tailandia coincidió con un período en el que Andrés solía representar al Reino Unido en misiones de comercio exterior. Estas giras, pagadas con dinero del contribuyente, incluían extensas estadías en hoteles de lujo y gastos elevados que ya habían sido objeto de críticas. Los nuevos datos reavivan las preguntas sobre el uso de recursos públicos para fines personales.
Desde el entorno de la corona británica, ningún comunicado oficial ha respondido específicamente a estas acusaciones. Sin embargo, la publicación ha desatado una oleada de reacciones en el Reino Unido y en otros países de la Commonwealth, donde el papel de la monarquía está siendo cada vez más cuestionado.

La repercusión mediática fue inmediata. Los principales diarios británicos recordaron los excesos que marcaron los años más controvertidos del duque de York y señalaron que el nuevo libro de Lownie amplía un retrato inquietante: el de un miembro de la realeza que, tras décadas de privilegios, se encuentra sumido en un aislamiento casi total.
Para muchos analistas, el caso Tailandia se suma a la crisis de imagen que enfrenta la monarquía británica. En medio de los problemas de salud del rey Carlos III y la reducción del número de miembros activos de la familia real, la figura de Andrés reaparece como una herida abierta que el Palacio de Buckingham no logra cerrar.

En medio de la creciente presión mediática, el duque protagonizó uno de los momentos más desastrosos de la historia reciente de la monarquía británica. En noviembre de 2019 concedió una entrevista al programa Newsnight de la BBC, donde intentó explicar su relación con el financista Jeffrey Epstein. Durante la conversación negó haber conocido a Virginia Giuffre, la mujer que lo acusaba de abuso, y ofreció una defensa que rápidamente se volvió objeto de burlas: aseguró que no podía haber estado con ella porque esa noche cenaba en una pizzería en Woking.

Lejos de limpiar su imagen, la entrevista se transformó en un desastre de relaciones públicas que marcó un antes y un después. En cuestión de días, Andrés perdió el respaldo de la familia real y se vio obligado a retirarse de la vida pública.
Este nuevo foco de controversia se añade a un historial ya cargado de escándalos: desde el recordado enfrentamiento televisivo en el programa Newsnight de 2019 hasta la reciente decisión del rey Carlos de retirarle sus títulos formales. En ese sentido, el episodio de Tailandia aparece como un símbolo más de lo que muchos observadores describen como “el desmoronamiento del escudo protector” que durante años cubrió la vida privada de la realeza.
Mientras el libro de Lownie se posiciona entre los más comentados en el Reino Unido, el llamado “caso Tailandia” amenaza con reabrir un capítulo incómodo en la historia reciente de la familia real británica, y deja en evidencia cómo la figura de Andrés -alguna vez considerada la más carismática- hoy encarna su lado más oscuro.