El gobierno de Perú anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con México luego de que el país norteamericano concediera asilo político a Betssy Chávez, ex primera ministra de Pedro Castillo, quien enfrenta cargos por su participación en el intento de golpe de Estado del 7 de diciembre de 2022. La medida, comunicada por la cancillería peruana, fue presentada como un acto de defensa de la soberanía y el respeto al principio de no injerencia en los asuntos internos.
El canciller Hugo de Zela afirmó que México ha excedido los límites del derecho internacional al otorgar protección a una persona investigada por delitos graves, en un proceso que cuenta con todas las garantías judiciales. Según el comunicado oficial, la decisión del gobierno mexicano constituye un precedente negativo para la diplomacia regional y vulnera los compromisos establecidos en la Convención de Viena.
Desde Lima, el presidente José Jerí respaldó la decisión del ministerio de Relaciones Exteriores y subrayó que el país actuó en estricto cumplimiento de las normas internacionales. “El Perú no aceptará actos que comprometan la independencia de sus instituciones”, declaró. El mandatario recordó que el proceso judicial contra Chávez y otros exfuncionarios responde a los mecanismos constitucionales previstos por el Estado de derecho.
La ruptura diplomática fue recibida con amplio apoyo por parte de legisladores y analistas que consideran que México ha mantenido una postura política parcial desde la destitución de Castillo. Para Lima, la política exterior mexicana ha cruzado una línea al intervenir en un proceso interno que ya fue validado por el Congreso y el Tribunal Constitucional.
La cancillería peruana aclaró que las relaciones consulares y de asistencia humanitaria permanecerán activas, con el fin de no afectar a los ciudadanos de ambos países. Sin embargo, enfatizó que no habrá embajadores hasta que México rectifique su posición y se respete la soberanía del Estado peruano. Este gesto busca reafirmar el liderazgo del Perú en la defensa del principio de autodeterminación de los pueblos, uno de los pilares del sistema interamericano.
Diversos observadores destacan que la decisión también refuerza la imagen de un Perú institucional, que exige respeto y coherencia diplomática en la región. En tiempos de tensiones políticas cruzadas en América Latina, la medida se interpreta como un llamado a la responsabilidad y al cumplimiento de las normas internacionales que rigen la convivencia entre los Estados.
El Gobierno del Perú ha decidido romper relaciones diplomáticas con México, debido a las reiteradas ocasiones en las que el gobierno mexicano intervino en asuntos internos de nuestra nación. De esta manera, respaldamos lo manifestado por el canciller Hugo de Zela.
— Presidencia del Perú 🇵🇪 (@presidenciaperu) November 3, 2025
La ruptura con México marca un punto de inflexión en la política exterior peruana. Lejos de ser un gesto aislado, responde a una estrategia de reafirmación institucional frente a las presiones externas. En palabras del canciller de Zela, “el Perú defiende su democracia y exige el mismo respeto que otorga a los demás”.
La decisión envía un mensaje claro a la región: ningún gobierno puede amparar bajo el asilo político a quienes buscan eludir la justicia. Con esta postura, Lima reafirma su compromiso con la legalidad, la estabilidad democrática y la independencia de sus instituciones frente a cualquier forma de injerencia extranjera.