10/11/2025 - Edición Nº1007

Internacionales

Educación privada

¿Control estatal o libertad educativa? La polémica que sacude a Costa Rica

04/11/2025 | Las instituciones privadas acusan al MEP de querer imponer controles excesivos, mientras el ministerio defiende la fiscalización como un deber constitucional.



El Ministerio de Educación Pública (MEP) de Costa Rica y los centros educativos privados libran una de sus disputas más intensas en los últimos años. El conflicto surge por el nuevo reglamento de Equiparación, Acreditación e Inspección de la Oferta Educativa Privada, una normativa que busca actualizar las reglas de supervisión establecidas desde 1995. Para el MEP, el objetivo es garantizar estándares mínimos de calidad, transparencia y seguridad, pero para los colegios representa un intento de limitar su autonomía pedagógica.

La propuesta generó un amplio debate entre las asociaciones del sector privado, que alegan que el reglamento invade espacios propios de la gestión institucional. Organizaciones como la Asociación de Centros Educativos Privados (ACEP) y la Asociación de Educación y Cultura (ADEC) han solicitado que el Ministerio reconsidere los alcances de la norma, advirtiendo que el texto actual centraliza decisiones que podrían afectar la diversidad de proyectos educativos existentes.

Pruebas nacionales y control estatal

Uno de los puntos más sensibles es la obligatoriedad de las pruebas nacionales para todos los centros, tanto públicos como privados. El MEP sostiene que la evaluación estandarizada es esencial para garantizar la equidad y la rendición de cuentas, mientras los colegios privados piden libertad para diseñar exámenes propios ajustados a sus programas. La ACEP propuso que los exámenes sean revisados por el MEP con antelación, y la ADEC sugiere que solo tengan un fin diagnóstico, sin incidir en la promoción de los estudiantes.

El ministro Leonardo Sánchez insistió en que la supervisión estatal es un mandato constitucional. Recordó que, según la Carta Magna, todo centro docente privado estará bajo la inspección del Estado, un principio que busca evitar desigualdades educativas y asegurar que las instituciones operen bajo parámetros comunes de calidad. No obstante, el tono centralizador del borrador ha sido visto como una amenaza a la libertad de enseñanza y al pluralismo educativo, pilares históricos de la educación privada costarricense.

Equilibrio entre control y autonomía

El reto para el MEP y los centros privados será encontrar un punto de equilibrio entre la regulación y la independencia institucional. El Ministerio afirma que la fiscalización no implica dirección ni intervención ideológica, sino el cumplimiento de requisitos técnicos y legales. Sin embargo, los colegios insisten en que la propuesta actual podría generar burocracia innecesaria y limitar la innovación pedagógica, un aspecto que los distingue en el sistema educativo nacional.

Si bien el texto se encuentra en consulta, las posiciones parecen distantes. Es probable que el MEP mantenga la obligatoriedad de las pruebas nacionales, pero también podría aceptar mecanismos de flexibilidad evaluativa para aplacar la oposición. La discusión, más allá del contenido normativo, refleja una tensión de fondo: qué tanto control estatal es compatible con la libertad educativa en un país que ha construido su identidad sobre el acceso universal y la calidad de la enseñanza.