La realización de partidos de fútbol de ligas locales o torneos internacionales fuera de los países de origen o jurisdicción de las federaciones, es un tema de discusión que gana cada vez más fuerza en la gobernanza y en la industria deportiva.
Lo que parecía una excepción en 50 años de historia, cuando Boca Juniors y River Plate jugaron la final de la Copa Libertadores en Madrid tras el partido suspendido en el estadio Monumental, podría volver a repetirse ya no como una medida de seguridad sino como un objetivo de marketing.
La CONMEBOL evalúa trasladar las finales de la Copa Libertadores fuera de Sudamérica, como parte de una estrategia para internacionalizar el principal torneo de clubes de fútbol de la región.
La mudanza en la sede del juego por el título implicaría un nuevo cambio abrupto en la celebración del certamen, que desde 2019 disputa su final a partido único en una sede neutral.
Antes de la implementación de un sistema semejante al de la Liga de Campeones de Europa, el ganador de la Libertadores se definía en enfrentamientos a ida y vuelta en las casas de los finalistas.
"Este es un tema (la disputa de la final fuera de Sudamérica) que normalmente se pone sobre la mesa y se evalúa", reconoció el director comercial de la CONMEBOL, Juan Emilio Roa, al medio estadounidense The Athletic.

"Puedo decirles que ya hemos decidido una hoja de ruta para los próximos años, pero sin duda lo estamos evaluando", agregó. Roa explicó que el eventual cambio formaría parte de una estrategia "para aumentar el interés" fuera de Sudamérica en la Libertadores, una competición que se disputa desde 1960 con gran calado en la afición sudamericana.
"Estamos trabajando en una combinación de medidas para que el interés crezca fuera de Sudamérica", sostuvo el directivo. Las discusiones sobre el posible cambio tienen lugar en momentos en que la Conmebol discute la venta de los derechos de transmisión de televisión para el periodo 2027-2030, según The Athletic.
El planteo se suma al gran debate que se sucede en el fútbol de Europa, donde han llevado las definiciones de algunos de sus torneos a otros países, como las supercopas de España e Italia.
Recientemente la liga española intentó organizar partidos entre Barcelona y Villarreal en Miami, Estados Unidos, pero abortó el plan tras la férrea oposición de clubes, hinchas y jugadores.
La final de la Copa Libertadores 2025 se disputará el 29 de noviembre en Lima. Palmeiras y Flamengo definirán mano a mano quién se queda con el trofeo, que por séptima ocasión consecutiva quedará en las vitrinas de un club brasileño.