por Fede Carestía
Vince Gilligan, el cerebro detrás de Breaking Bad y Better Call Saul, regresa este viernes con Pluribus, una serie que abandona los carteles y el crimen organizado para sumergirse en la ciencia ficción con toques de comedia absurda. Producida para Apple TV, la primera temporada consta de nueve episodios, de los cuales los dos primeros se estrenan mañana, seguidos de uno semanal cada viernes. Ya confirmada una segunda temporada, el proyecto reúne nuevamente a Gilligan con Rhea Seehorn, quien interpreta a la protagonista Carol.

La trama gira en torno a Carol, una exitosa escritora de novelas románticas al estilo de Diana Gabaldon (Outlander), pero cuya vida personal está marcada por el cinismo y desdén por su propio éxito. Todo cambia con la irrupción de una misteriosa epidemia global de felicidad que altera la realidad tal como la conocemos. Este es el punto de partida para una serie que, sin ser igual, tranquilamente podría dialogar con Carol and the End of the World.
Pluribus recupera elementos clásicos del estilo Gilligan: intros crípticas que funcionan como rompecabezas, detalles aparentemente insignificantes que cobran sentido con el avance de la narrativa y bastante humor negro que surge de lo absurdo. Los primeros seis episodios tienen una construcción lenta, con explicaciones mínimas que priorizan la atmósfera sobre la resolución inmediata, lo que podría desafiar la paciencia de algunos espectadores, pero que, indefectiblemente, también genera una curiosidad adictiva.
Pluribus no busca complacer de inmediato, sino construir un mundo propio donde solo los más pacientes van a encontrar premio. Recordemos lo que fue el debut de Better Call Saul, con una primera entrega muy lenta que no muchos supieron valorar de entrada y que terminó siendo, incluso hasta en para algunos, mejor que Breaking Bad.
¿Vale la pena? Sin dudas. Porque aunque Gilligan no repite fórmulas y no hay metanfetamina ni abogados corruptos, no deja de ser Vince Gilligan. Porque Pluribus brilla en su apartado técnico y porque está claro que hay que darle una oportunidad.