Jennifer Lawrence protagoniza junto a Robert Pattinson la película Mátate amor, dirigida por Lynne Ramsay, donde interpreta a Grace, una mujer que cae en depresión posparto y entra en un estado de psicosis. La cinta, con guion coescrito por Ramsay, Enda Walsh y Alice Birch es una de las favoritas para los Oscar de 2026, e incluye escenas íntimas y de violencia.

En una reciente aparición en el podcast Las Culturistas, Lawrence explicó por qué no necesitó un coordinador de intimidad durante el rodaje. “Hicimos clases de baile juntos, que fueron como ejercicios de construcción de equipo”, reveló, destacando que estas sesiones facilitaron la coreografía de las escenas de sexo y peleas. La química natural con Pattinson hizo innecesaria la figura del coordinador, aunque no recuerda si hubo uno en el set.
La actriz enfatizó su comodidad con su coprotagonista: “No tuvimos uno o tal vez sí, pero no lo usamos realmente… Me sentí muy segura con él”. Además, añadió: “No es pervertido y está muy enamorado de Suki (Waterhouse). Hablábamos principalmente de nuestros hijos y relaciones, así que no había nada raro como ‘¿creerá que me gusta?’”.
Lawrence contrastó su experiencia con otros rodajes: “Si hubiera un poco de eso, probablemente tendría un coordinador de intimidad. Muchos actores masculinos se ofenden si no quieres acostarte con ellos y luego empieza el castigo. Pero él no era así, para que conste”. Los coordinadores surgieron tras el movimiento #MeToo para garantizar comunicación segura en escenas delicadas.