12/11/2025 - Edición Nº1009

Entretenimiento

BF Distribution

Matate, amor: Scorsese descubrió a la argentina Ariana Harwicz gracias a un club de lectura

09/11/2025 | Desde Francia y en plena semana del estreno de la película de Lynne Ramsay con Robert Pattinson y Jennifer Lawrence, la autora conversó con NewsDigitales.


por Fede Carestía


Cuántas veces en la vida pasa que las cosas se dan casi de forma perfecta. “No se puede tener siempre el 100”, aseguró Ariana Harwicz, en diálogo con NewsDigitales desde Francia, cuando contó que no pudo tener tanta injerencia directa en el desarrollo creativo de la película Matate, amor, inspirada en su novela homónima lanzada en el 2012. Es que después de que Lynne Ramsay (Tenemos que hablar de Kevin) quedó seleccionada para dirigir el proyecto con Robert Pattinson y Jennifer Lawrence como protagonistas, la adaptación corrió por cuenta de la directora (acompañada por Enda Walsh y Alice Birch en el guion).


Ariana Harwicz junto a Robert Pattinson y Jennifer Lawrence.

Fue recién en el festival de Cannes que por primera vez pudo ver el resultado de su obra en la pantalla grande y fue ahí que conversó por primera vez con Ramsay, que hasta le pidió perdón por si se había equivocado con la adaptación de Matate amor. “Me hubiera encantado conversar con ella, yo en ese momento vivía en una casa en medio del bosque y hasta soné y flipé, o sea, imaginé que la invitaba a mi casa o que simplemente hacíamos un zoom, porque imagínate todo lo que yo tenía para contarle. 14 años hace que publiqué la novela, 13, y las adaptaciones al teatro, pero no. Es como que por cábala, no sé qué pasó, imaginando que yo sería estúpida, no sé, pero no me hablaron. Todos me decían que es raro, que no suele pasar eso. Es raro, porque muchos directores sí quieren hablar con los autores y más que es tan importante la novela en la película, contó Harwicz, que también dijo que todavía está “procesando” la película.

“Conocemos a Lynne, no es convencional, no es conformista. Pero no sabía que iba a elegir algo tan radical. Yo misma me sorprendí”, aseguró la autora sobre lo que vio en Matate, amor y procedió a definir a su directora como “esos autores de piña en la panza y a sangrar por la boca”. Y es que la película es de una crudeza no apta para los más sensibles. Porque el descenso hacia la locura de Grace (Lawrence) con su depresión postparto es total. Empieza y no para. No te espera.

La aparición de Martin Scorsese en el horizonte de Matate, amor

“Fue de la mejor manera que puede ocurrir, lo digo en serio”, contó Ariana Harwicz cuando le consultamos sobre cómo llegó a ser producida por Martin Scorsese. Según recordó después de señalar que no tiene premios ni representantes de renombre que la pudieran conectar con Hollywood, fue un club de lectura en Nueva York el que hizo que llegara al director. Fue una productora en Los Ángeles la que le sugirió hacer la película y cuando terminó de leer este y el resto de la obra de Harwicz, decidió que la iba a dirigir. Hasta que apareció Jennifer Lawrence, a quien Scorsese eligió y quien aceptó ser parte solo si la dirigía una mujer.

“Y entonces fueron a buscar a Lynne Ramsay, destacó Harwicz. “Ella siempre tenía miedo de hacerla mal, es como que me pidió disculpas si la había hecho mal. Viste ese tipo de artistas acomplejados, angustiosos. Bueno, ella entra en la en la raza de artistas de kafkianos, ¿viste? De angustia. Hablé de eso, de la novela, de los salvajes, realmente habían leído la novela con un estilo muy literario, las asociaciones que hacían era Sylvia Plath. O sea, realmente lo pensaron muy desde lo literario y se ve, creo, se nota eso”, subrayó.


Lakeith Stanfield, Lawrence, Lynne Ramsey, Pattinson y Sissy Spacek en Cannes.

Ariana está muy satisfecha con lo que vio y hasta se amigó con la idea de tener que concebir a su protagonista de una forma diferente. “En mi imaginario tenía ese personaje inventado por mí, que era una mezcla de cosas. Siempre lo dicen todos, pero bueno, yo lo repito. Los personajes siempre son mezclas, son Frankenstein, son Golem. Nunca es enteramente tu tío o el perverso de la esquina o el pedófilo o vos misma o tu ex marido. Siempre es los ojos de tal, la mente de tal, la voz de tal, es un personaje. Yo había armado este personaje que era un poco yo, un poco mujeres que conocí, un poco mujeres que… me acuerdo de haber investigado una que estaba en la cárcel, otra madre que abandonó a su hija…. una mezcla”, explicó.

Hasta que apareció Érica Rivas con la adaptación teatral y se convirtió en la cara de la protagonista de Matate amor para Ariana Harwicz, que pasó a ser una mezcla entre la actriz de Casados con hijos y ella misma. “Cuando viene Jennifer Lawrence me cambia la configuración, la arquitectura de su cuerpo, me cambia todo. La verdad que veo que Lynne Ramsay borró un poco algunas cosas de humor de la novela, pero que tampoco eran deliberadas. Después la gente me decía que la hacían reír. Creo que la hace un poco más radical en el sentido de que toma el camino de la locura y no para, no sé cómo explicarte”, remarcó.

Matate, amor: un viaje onírico hacia la locura

Después de ser padres, empieza ese viaje de Grace, esa espiral hacia el desquicie del que se desprenden secuencias no aptas para impresionables. Y no porque sea excesivamente gráfica. Pero como lo demostró a lo largo de su obra (que empezó con Ratcatcher en 1999), Ramsay no esquiva la crudeza, no la disimula, no la disfraza. Y en muchos casos, el relato se codea con la fantasía.

“Creo que en ese sentido sí hay algo relacionado con la novela porque en la novela hay mucho onírico”, señaló Ariana Harwicz, que también subrayó que al hacer su película, “se impregnaron de la letra chica de la novela, del imaginario”. Y así lograron trasladar su historia a una Montana rural en donde la línea entre lo real y lo onírico se mostró difusa desde los créditos iniciales, con ese bosque en llamas. “Me sorprendió ver mucho en común. Escenas calcadas, réplicas, diálogos, el baño, el perro, el rifle, la suegra, el casamiento… como detalles. Y lo onírico está. Porque hay cosas que no sabés… cuando ella en la novela lleva al bebé a la copa de un árbol, efectivamente son delirios”, explicó la autora. 

De la mano de BF distribution primero y después con MUBI, Matate amor será una de esas películas de las que hablaremos más y más en las próximas semanas. Que analizaremos de principio a fin sobre cuánto hay de real y qué escenas son en realidad fantasía (como las del amante interpretado por Lakeith Stanfield que Harwicz señala como “un poco afantasmado”). Lawrence es firme candidata al Oscar en 2026 y, en una de esas, quizás no sea la única que represente la obra de Harwicz en los premios más importantes de la Academia el próximo 15 de marzo.