En materia de comercio exterior, los principales mercados mundiales suelen aplicar medidas de corte proteccionista, para proteger a su industria. En el caso de la carne vacuna, un claro ejemplo es la medida de salvaguardia que China puso en marcha con las importaciones de carne bovinas.
En diciembre de 2024, el gigante asiático inició una investigación en este sentido, que comprende las compras de carne vacuna realizadas por los chinos entre el 1° de enero de 2019 hasta el 30 de junio de 2024.
Los chinos alegan que las importaciones de carne aumentaron repentina y drásticamente, circunstancia que perjudicó gravemente a la industria de la carne de bovina de ese país. Y si bien las medidas de salvaguardia se aplican a nivel global, los orígenes más relevantes que se investigan son Argentina, Brasil, Estados Unidos, Uruguay, Australia y Nueva Zelanda.
🇦🇷🇨🇳El IPCVA se reunió en Beijing con autoridades del Ministerio de Comercio de la República Popular de China por el proceso de salvaguardia que lleva adelante el gobierno oriental.
— IPCVA (@IPCVA) November 5, 2025
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Esta situación genera preocupación en la industria frigorífica argentina y no es para menos: algo más del 70% de las exportaciones de este sector tienen como destino el mercado chino.
En este contexto, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) fue recibido el pasado martes 4 de noviembre por el Ministerio de Comercio de la República Popular China, para intercambiar opiniones sobre el proceso de salvaguardia que se encuentra en curso.
Según explicó Georges Breitschmitt, presidente de la entidad, “hemos podido manifestar nuestra opinión en cuanto a que no corresponde poner en práctica una medida de salvaguardia porque así lo demuestran los estudios que se realizaron”.
“No obstante —continuó Breitschmitt—, en el caso que China siga adelante con alguna medida, hemos manifestado que para la cadena de ganados y carnes de la Argentina es preferible la aplicación de un arancel mínimo”.

El directivo sostuvo que “dejamos muy claro que una medida de primero entrado, primero servido, no sería bien vista ya que generaría un desequilibrio entre los distintos proveedores del mercado”.
En el encuentro, similar al que mantuvieron el mismo día las delegaciones de Brasil y Uruguay, también participaron autoridades de la embajada argentina en Beijing.
El IPCVA destacó que para llevar adelante este proceso, que ya lleva un año, financió el estudio de abogados que representa la postura de la Argentina ante las autoridades chinas, con el objetivo de lograr la mejor solución posible y de menor impacto para la producción nacional. La definición final de las autoridades chinas -según reconocieron desde el instituto- se espera para fines de noviembre.