'Trapitos' y 'limpiavidrios' en la mira: la propuesta que entró al Congreso

El diputado nacional de Córdoba, Oscar Agost Carreño, presentó un proyecto de ley para agregar al Código Penal una sanción específica a los “trapitos” o “limpiavidrios” que cometen amenazas.

Así, el agregado del Código Penal quedaría redactado de la siguiente manera: “Será reprimido con prisión de tres (3) meses a dos (2) años el que, sin autorización municipal o provincial vigente, solicitare u obtuviere dinero o cualquier otro beneficio económico, de manera coactiva o condicionando la guarda, vigilancia, cuidado, la integridad del vehículo o la seguridad del conductor en la vía o en espacios públicos”.

En tanto, “la misma pena se aplicará a quien, aun contando con autorización o habilitación, exigiere sumas superiores a las establecidas por la autoridad competente o condicionare el pago a la integridad del vehículo o la seguridad del conductor”.      

Además, “si el autor empleare amenazas, intimidación, violencia, o causare daños al vehículo o a la persona del conductor o de terceros, la pena será de uno (1) a cuatro (4) años de prisión”.

En los fundamentos, el legislador del PRO explicó que “la figura propuesta busca llenar un vacío normativo existente entre las contravenciones locales, que varían según la jurisdicción, y los delitos de coacción o extorsión previstos en los artículos 149 bis y 168 del Código Penal, que requieren una intensidad mayor en la amenaza o el perjuicio”.

“En la práctica, esta zona gris permite que numerosos particulares exijan dinero o ‘contribuciones’ compulsivas en el espacio público, afectando la libertad de las personas, el derecho al tránsito y el orden urbano”, expresó.

En ese sentido, aseguró que “la pena base de tres meses a dos años permite una respuesta penal proporcionada, adecuada al carácter de delito menor pero socialmente lesivo”.

“El objetivo no es criminalizar el trabajo informal, sino sancionar la apropiación violenta o abusiva del espacio público y la coacción económica sobre los ciudadanos, conducta que en los hechos configura una forma de intimidación sistemática”, completó Agost Carreño.

FA