La moto cae al piso, se inclina, y una llamarada sube de golpe mientras decenas de adolescentes gritan y filman. Así comenzó la despedida de Tiziano Benjamín Videla, el adolescente de 15 años que murió luego de más de un mes de agonía tras ser baleado en el barrio San Carlos de la ciudad de La Plata. La escena ocurrió en el cementerio municipal, a metros de la tumba donde acababan de dejar el féretro, y fue registrada por los propios amigos del joven, que luego viralizaron las imágenes.
El video muestra el ritual tumbero con el que el grupo decidió homenajearlo: una moto -presuntamente la que usaba Videla- envuelta en fuego mientras sus compañeros la rodean entre gritos, música y el humo que se mezcla con el aire del cementerio. “Se te va a extrañar, negro. Siempre en nuestros corazones, volá bien alto”, dice uno de los textos superpuestos en la edición.
Antes de la escena en el cementerio, las imágenes muestran una caravana de autos y motos llegando al lugar. Los adolescentes avanzan tocando bocinas, algunos colgados de los vehículos, otros filmando cada paso del cortejo. Ya frente a la tumba, se los ve cantando, saltando y abrazándose, con la cumbia “Voló para el cielo”, de La Repandilla, como telón emocional.
Cerca del cierre del video aparece una imagen generada con inteligencia artificial: Tiziano con alas, flotando en un cielo rosado. Luego, otra foto real del joven sentado sobre una moto, mirando fijo a la cámara.
Videla fue atacado el 22 de septiembre, alrededor de las 23.30, en la zona de 45 y 141, en el barrio San Carlos. Vecinos escucharon varios disparos y llamaron al 911. Cuando llegó el Comando de Patrullas, el adolescente estaba tendido sobre la vereda, herido con dos disparos: uno en la espalda y otro en el glúteo derecho. A pocos centímetros, los efectivos hallaron un revólver calibre .32, una vaina servida 9 mm y un cargador vacío.
El cuadro reforzó desde un primer momento la hipótesis de un enfrentamiento armado. Videla fue trasladado al Hospital Alejandro Korn, donde se constató una grave lesión medular a la altura de la vértebra T2, que lo dejó parapléjico. Luego fue derivado al Hospital San Juan de Dios, donde finalmente murió el 3 de noviembre.