La segunda audiencia del jury que busca determinar la responsabilidad disciplinaria de la jueza Julieta Makintach se iniciará hoy a las 9 de la mañana en el subsuelo del Anexo de la Cámara de Senadores de La Plata, en el mismo escenario donde ayer la magistrada declaró por sorpresa tras haber llegado casi dos horas más tarde de lo previsto.
Esta vez, el foco estará puesto en quienes compartieron con ella el tribunal oral del juicio por la muerte de Diego Maradona, proceso que fue anulado tras quedar expuesto el registro audiovisual sin autorización institucional que derivó en el escándalo del documental Justicia Divina.
Los primeros en declarar serán los magistrados Maximiliano Savarino y Verónica Di Tommaso, los otros dos jueces que habían sido sorteados para integrar el Tribunal Oral N°3 de San Isidro en el juicio que quedó sin efecto. Se espera que aporten detalles sobre el funcionamiento interno del tribunal, las discusiones previas al inicio del debate, la presencia de cámaras en la sala y la conducta de Makintach durante las audiencias.

Su testimonio será particularmente sensible luego de que la fiscal del jury, Analía Duarte, asegurara en la apertura del proceso que la jueza buscó tener “mayor protagonismo” en un proyecto audiovisual de seis capítulos y que incluso habría “presionado” a sus colegas para asumir la dirección del debate y alterar el orden de votación. Según la acusadora, ese comportamiento formó parte de un plan que “afectó la imagen de todo el Poder Judicial” y “nos avergonzó frente al mundo”.
Tras los jueces, está prevista la declaración del fiscal José Amallo, quien investigó parte de las maniobras que hoy se ventilan en el jury. También comparecerá Cosme Irribarren, fiscal general de San Isidro, quien acompañó desde el primer día la investigación sobre la muerte del ídolo futbolístico. A él se sumará el fiscal Patricio Ferrari, uno de los funcionarios que dirigió la pesquisa por el fallecimiento de Maradona y cuyo testimonio ya tuvo un rol determinante en la primera jornada.
Ferrari declaró ayer y cuestionó que Makintach fuera “la única que se negó a suspender el juicio” pese a la insistencia de las partes, punto sobre el cual la jueza intentó defenderse durante su descargo: “No había ninguna cuestión de prueba pendiente. Yo fui la única que dijo que la justicia tardía no es justicia”, afirmó.
Makintach también justificó su participación en el proyecto audiovisual asegurando que se trató de “una propuesta de una amiga” y que “esta idea del documental no existía” cuando comenzó a intervenir en el juicio. Al cierre de su testimonio, expresó: “Lamento profundamente esto. Ojalá hubiera podido volver el tiempo atrás”.
La audiencia de este viernes será decisiva para reconstruir cómo se desarrolló internamente el juicio que terminó suspendido y qué grado de participación tuvo cada integrante del tribunal en la autorización -o tolerancia- de las filmaciones.
El jury ya escuchó la acusación completa de Duarte, quien atribuyó ocho faltas disciplinarias a Makintach y adelantó su pedido de destitución. En paralelo, la jueza continúa imputada en una causa penal por cohecho pasivo, violación de los deberes de funcionaria pública, abuso de autoridad, malversación de caudales públicos y peculado de servicios.
Con la declaración de los jueces Savarino y Di Tommaso, junto con la de los fiscales Amallo, Irribarren y Ferrari, el proceso entra en una fase clave que permitirá al jurado determinar si la actuación de Makintach encuadra en mal desempeño y si debe o no ser removida de su cargo.