El pasado 2 de noviembre, en el marco del Torneo Cuatro Naciones Buenos Aires 2025, el argentino Diego “Chino” Simonet anunció su retiro definitivo de la selección nacional de handball, cerrando una trayectoria de 15 años en el equipo adulto y 20 años en total representando al país. Su último partido fue ante Brasil, con derrota por 31-23, pero el resultado quedó en segundo plano frente a la emoción de una despedida histórica.
Simonet, de 35 años, fue ovacionado en la Casa del Handball Argentino por compañeros, rivales y público. En el centro de la cancha, tomó el micrófono y expresó: “Decidí terminar esta etapa de tantos años con la Selección. Creo que es un buen momento para parar. La lesión que tengo me da una señal de que es momento también”. Había anticipado su retiro tras los Juegos Olímpicos de París 2024, pero accedió a jugar un último torneo a pedido del nuevo cuerpo técnico.

A lo largo de su carrera con Los Gladiadores, Simonet disputó 146 partidos oficiales y anotó 454 goles, ubicándose como el cuarto máximo goleador histórico detrás de Federico Pizarro, Federico Fernández y Andrés Kogovsek. Su palmarés incluye cuatro títulos panamericanos (2010, 2012, 2014, 2020) y tres medallas doradas en Juegos Panamericanos: Guadalajara 2011, Lima 2019 y Santiago 2023.
Más allá de los números, Simonet fue el líder técnico y emocional de una generación que transformó al handball argentino. Participó en tres Juegos Olímpicos y fue clave en el histórico Mundial de Suecia 2011, donde Argentina alcanzó los cuartos de final. Su estilo creativo, su visión de juego y su vínculo con sus hermanos Sebastián y Pablo, también jugadores, marcaron una era de crecimiento y profesionalización.
Con su retiro, se cierra una etapa inolvidable. El “Chino” deja un legado que trasciende estadísticas: una identidad competitiva, una cultura de equipo y una inspiración para las nuevas generaciones.
Diego Simonet participó en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Tokio 2020 y París 2024, y en cada una de ellas fue titular indiscutido y líder de Los Gladiadores, consolidando el crecimiento del handball argentino en la escena internacional. En la cita de Río 2016 no pudo participar porque sufrió la rotura de los ligamentos cruzados de la rodilla derecha en marzo de 2016, lo que lo dejó fuera de los Juegos Olímpicos que se realizaban en agosto. Sin embargo, participó activamente en el proceso de clasificación.
En Londres 2012, Argentina debutó en la cita olímpica con una actuación histórica. Simonet fue clave en el triunfo ante Gran Bretaña por 32-21 y en el ajustado partido frente a Túnez, mostrando su capacidad para manejar los tiempos y generar juego en momentos críticos. Aquella participación marcó un antes y un después para el equipo nacional.
En Tokio 2020, en plena pandemia y con un equipo renovado, Simonet volvió a ser el eje ofensivo. Aunque Argentina tuvo buenos pasajes en un grupo competitivo donde figuraban potencias como Francia, España y Alemania, esta vez el equipo nacional quedó último en su grupo, pero su experiencia y liderazgo fueron fundamentales para sostener el nivel competitivo en un contexto complejo.
En París 2024 Simonet completó su tercera participación olímpica como referente de Los Gladiadores. A sus 34 años, lideró al equipo en un torneo marcado por el recambio generacional y la consolidación de nuevas figuras. Argentina integró el Grupo B junto a Dinamarca, Egipto, Francia, Hungría y Noruega, pero esta vez el equipo no logró victorias y quedó fuera en fase de grupos.
A lo largo de sus tres participaciones olímpicas, Simonet acumuló más de 60 goles y una decena de asistencias, pero su impacto fue mucho más allá de las estadísticas. Fue el rostro visible de una generación que llevó al handball argentino a competir de igual a igual con las potencias mundiales.
Carta de Diego al handball argentino 🇦🇷🥹 pic.twitter.com/ZkkPC4Vvj6
— Sel. Argentina Handball 🇦🇷 (@CAHandball) November 1, 2025