10/11/2025 - Edición Nº1007

Internacionales

Un rumbo diferente

Rodrigo Paz asume la presidencia de Bolivia: ¿un nuevo futuro para la democracia?

08/11/2025 | Con apoyo regional e impulso reformista, el nuevo presidente boliviano busca unir al país, recuperar la economía y fortalecer sus instituciones democráticas.



Con un discurso sereno y enfático, Rodrigo Paz Pereira asumió la presidencia de Bolivia ante la Asamblea Legislativa Plurinacional y una audiencia internacional que observó el cambio político más profundo en veinte años. A sus 55 años, el exalcalde de Tarija y líder de la alianza Bolivia Federal llegó al poder con la promesa de reconstruir un país golpeado por la crisis económica, la polarización política y la desconfianza institucional.

En su mensaje inaugural, Paz afirmó que el suyo será un gobierno de unidad, eficiencia y apertura, donde las diferencias ideológicas cedan ante la urgencia del desarrollo. “Bolivia no puede seguir dividida entre pasado y futuro. Es tiempo de unirnos para crecer”, expresó. Su asunción marcó el final de casi dos décadas de dominio del Movimiento al Socialismo (MAS) y el inicio de una etapa centrada en la recuperación económica y el diálogo nacional.

Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia


La Asamblea Legislativa Plurinacional es el órgano legislativo del poder público del Estado Plurinacional de Bolivia. La Asamblea Legislativa Plurinacional está compuesta por dos cámaras: la Cámara de Diputados con 130 miembros, y la Cámara de Senadores con 36 miembros.

Un cambio con respaldo internacional

La ceremonia contó con la presencia de varios mandatarios latinoamericanos, entre ellos Javier Milei, quien viajó desde Buenos Aires para asistir al acto en La Paz. El gesto fue interpretado como una señal de acercamiento político entre ambos países y un reconocimiento al giro promercado impulsado por el nuevo mandatario. También participaron los presidentes de Chile, Uruguay y Ecuador, en una muestra de apoyo regional a la transición democrática boliviana.

Paz Pereira subrayó que su prioridad inmediata será estabilizar la economía, atraer inversión extranjera y reducir el déficit energético. Para ello anunció un plan de reforma fiscal gradual, una política de incentivo a las pequeñas empresas y una apertura responsable del sector minero y gasífero. “Vamos a devolverle confianza al mundo y a los bolivianos en su propio país”, afirmó en su discurso.

Unidad nacional y renovación institucional

El nuevo presidente llamó a la oposición a “construir sin destruir” y propuso un pacto nacional para reformar la justicia, fortalecer la independencia del poder judicial y modernizar la administración pública. Su tono conciliador contrastó con la retórica confrontativa de gobiernos anteriores y generó optimismo en amplios sectores ciudadanos. Analistas destacan que su perfil técnico y su experiencia en gestión local le otorgan credibilidad frente a la crisis.

En el plano internacional, Paz adelantó que buscará una relación pragmática con Estados Unidos, la Unión Europea y los países vecinos, sin romper los vínculos con China ni con los aliados tradicionales. Su política exterior, dijo, estará guiada por “los intereses del pueblo boliviano, no por ideologías importadas”. Esta postura marca un viraje hacia la diplomacia económica y el fortalecimiento de la presencia de Bolivia en los mercados globales.

Esperanza y desafío

El gobierno de Rodrigo Paz comienza en un contexto difícil, con una economía debilitada y una sociedad expectante. Sin embargo, su llegada al poder representa un renacimiento político para millones de bolivianos que anhelan estabilidad y oportunidades. Con un gabinete integrado por técnicos, jóvenes y líderes regionales, Paz encarna la imagen de una nueva generación de políticos que apuestan por la gestión antes que por la retórica.

La jornada de su asunción cerró con una multitudinaria concentración en la Plaza Murillo, donde miles de ciudadanos corearon su nombre bajo la consigna “Bolivia vuelve a creer”. Para muchos, la presidencia de Rodrigo Paz marca el comienzo de una etapa de esperanza, institucionalidad y reconciliación nacional.