10/11/2025 - Edición Nº1007

Política

Rebelión peronista

Intendentes bonaerenses se plantan y buscan destronar a Máximo Kirchner

10/11/2025 | Con el mandato del líder camporista a punto de vencer, los jefes comunales del PJ preparan una interna para disputarle el control partidario. Detrás del conflicto, la sombra de Kicillof y la carrera hacia 2027.



El peronismo bonaerense atraviesa horas agitadas. El mandato de Máximo Kirchner al frente del PJ provincial vence el 18 de diciembre, y los intendentes ya empezaron a moverse. Desde varios sectores, se afirma que quieren recuperar el partido, ganar voz propia y poner fin al dominio de La Cámpora. Lo que asoma es una pelea sin red, con Axel Kicillof mirando desde la cornisa y la sucesión de 2027 como telón de fondo.

La tensión venía en aumento desde la derrota nacional del 26 de octubre. En el búnker de La Plata, mientras el gobernador hablaba, los gestos de Máximo Kirchner lo decían todo. Desde entonces, los dardos del camporismo apuntaron directo contra Kicillof y los intendentes, acusándolos de tibieza en la campaña. Los jefes comunales, en cambio, retrucan que “los votos están en el territorio” y que ya no están dispuestos a aceptar órdenes sin consulta.

El propio Máximo intenta sostener el control. Anunció que convocará a elecciones internas en febrero, aprovechando el aniversario de los 80 años del primer triunfo peronista. Pero su mensaje fue leído como una advertencia: una maniobra para forzar alineamientos antes de que el partido se le escurra entre los dedos.

En el otro frente, Mariel Fernández, intendenta de Moreno y vicepresidenta del PJ bonaerense, rompió el silencio y se animó a desafiarlo. “Si hay internas, quiero participar; el partido no puede ser una cáscara vacía”, lanzó. Sus palabras resonaron fuerte en los municipios del conurbano, donde Federico Achával (Pilar), Gastón Granados (Ezeiza), Nicolás Mantegazza (San Vicente) y Federico Otermín (Lomas de Zamora) también empezaron a tantear una jugada colectiva.

La vicegobernadora Verónica Magario, cada vez más distanciada del kirchnerismo duro, también aparece en los planes de quienes buscan oxigenar al PJ. Su perfil dialoguista y su relación directa con los intendentes la colocan como posible figura de consenso. En los pasillos de La Plata se habla incluso de un eventual tándem con Andrés “Cuervo” Larroque, en lo que sería un golpe de escena dentro del oficialismo provincial.

Detrás de la pulseada partidaria late una disputa mayor: quién conducirá el peronismo bonaerense. Con el gobernador en su segundo mandato y sin chances de reelección, todos miran más allá de diciembre. Máximo quiere retener el sello, pero los intendentes se preparan para romper el molde. Y esta vez, parecen dispuestos a hacerlo en serio.