por Fede Carestía
Francis Ford Coppola, el legendario director de El Padrino, ha vendido su isla privada en Belice por 1.8 millones de dólares como consecuencia directa del fracaso financiero de Megalópolis. La película, estrenada en 2024 y financiada íntegramente con 120 millones de dólares de su propio bolsillo, recaudó apenas 14,4 millones a nivel mundial, dejando al cineasta en una situación económica precaria. Coral Caye, un paraíso de 2.5 manzanas autosuficiente con tanques de agua y paneles solares, había sido su refugio vacacional durante años, a solo 25 minutos en lancha de la costa.
El agente inmobiliario Peter McLean reveló: “El señor Coppola estaba muy triste de ver terminar su arrendamiento”. Durante nueve años, la isla fue alquilada por el director, quien la consideraba un sitio especial. La venta se suma a otras medidas drásticas, como la subasta de un exclusivo reloj F. P. Journe valuado en al menos un millón de dólares, para mitigar las pérdidas acumuladas por su ambicioso proyecto autoral.
En el Festival de Cannes 2024, donde presentó Megalópolis, Coppola minimizó el impacto económico: “Mis hijos, sin excepción, tienen carreras maravillosas sin una fortuna. Estamos bien. No importa”. Insistió en que “el dinero no importa. Lo importante son los amigos. Un amigo nunca te fallará. El dinero puede evaporarse”. Sin embargo, meses después, en un podcast, admitió la cruda realidad: “No tengo dinero porque invertí todo lo que pedí prestado para hacer Megalópolis”.

La cinta, protagonizada por Adam Driver, Shia LaBeouf, Aubrey Plaza, Nathalie Emmanuel y Jon Voight, representaba una visión utópica de Coppola sobre el futuro de la humanidad. Sin embargo, no conectó con el público ni con la crítica de manera suficiente para recuperar la inversión.