Lo que empezó como una ocurrencia estudiantil en los años 90 es hoy una fecha que mueve miles de millones de dólares y millones de emociones. Cada 11 de noviembre, China celebra el Singles’ Day -o Día del Soltero-, una jornada que pasó de ser una reivindicación de la vida en solitario a convertirse en el mayor evento comercial del planeta.
El origen se remonta a 1993, en la Universidad de Nankín. Cuatro amigos solteros, cansados de que todo el calendario estuviera dedicado a los enamorados, decidieron crear su propio día. Eligieron el 11/11: cuatro “unos” que representaban la soledad, pero también la independencia. Lo que comenzó como una celebración irónica de los solteros -con fiestas, regalos entre amigos y citas a ciegas organizadas en los campus- se extendió rápidamente por todo el país.

Años más tarde, el gigante tecnológico Alibaba detectó el potencial comercial de la fecha. En 2009 lanzó su primera campaña de descuentos masivos bajo el lema “Festejá tu independencia con una compra”. El resultado superó cualquier pronóstico: millones de transacciones en pocas horas y una nueva tradición digital había nacido. Desde entonces, el Singles’ Day se convirtió en una maquinaria global que involucra a cientos de marcas internacionales y a más de 800 millones de consumidores.
En su edición 2025, se espera que las ventas superen los 130 mil millones de dólares, cifras que eclipsan al Black Friday y al Cyber Monday combinados. Los portales de e-commerce como Alibaba, JD.com o Pinduoduo despliegan campañas de descuentos que comienzan días antes del 11/11, y los influencers chinos transmiten en vivo durante horas, batiendo récords de audiencia y de compras instantáneas.

Pero más allá de las cifras, el Singles’ Day se transformó en un reflejo de los tiempos: una mezcla de humor, tecnología, consumo y búsqueda de identidad. En una sociedad donde los vínculos personales cambian y la soledad se vuelve tema de conversación global, esta fecha celebra la autonomía y el amor propio en clave digital.
En las grandes ciudades chinas, las calles se llenan de luces, eventos y productos temáticos. Tiendas y restaurantes ofrecen menús “para uno”, mientras plataformas de streaming lanzan maratones de películas sobre independencia emocional. En redes sociales, miles de usuarios comparten mensajes con hashtags como #Double11 y #ProudToBeSingle, resignificando lo que alguna vez fue visto como falta y hoy es símbolo de elección.
El fenómeno se extendió fuera de China: España, México, Brasil y Argentina ya incorporaron el 11 de noviembre a sus calendarios de descuentos. En Buenos Aires y Santiago, plataformas locales replican el formato con ofertas especiales, mientras las marcas aprovechan el empuje global para anticipar las ventas navideñas.

El Singles’ Day ya no es solo una jornada de compras. Es una radiografía cultural del siglo XXI: una celebración que combina el marketing, la tecnología y la necesidad humana de pertenecer, aunque sea por unas horas, a una comunidad digital de millones. Entre los carritos de compra y los mensajes de autoafirmación, el 11/11 recuerda que incluso en la era del consumo, hay quienes eligen celebrar algo tan simple -y tan contemporáneo- como estar bien con uno mismo.