La primera audiencia del jury que juzga al juez del Tribunal Oral Federal de Mar del Plata Martín Poderti estuvo marcada por una exposición de veinte minutos en la que el magistrado defendió su actuación como secretario del Juzgado Federal N°2 de San Isidro y cuestionó los fundamentos de la acusación. El eje de su declaración estuvo en su decisión de no entregar la clave de su teléfono celular, una de las objeciones planteadas durante la investigación penal que derivó luego en el proceso disciplinario.
Poderti lo explicó de manera directa: “¿Saben por qué no aporté mi clave en el teléfono? Porque habían emprendido una excursión de pesca a buscar cualquier cosa.” Y agregó que la negativa no respondió a un intento de ocultamiento: “En el marco de la intimidad que me reconoce la Constitución, tengo charlas privadas, deliberaciones con mis colegas, no podían salir a la vista. No porque tuviera nada que ocultar, porque tienen que ver con mi propia intimidad, una separación muy complicada, como lo dije desde el día uno”.
También negó haber reconocido las anotaciones bancarias vinculadas a los ingresos en la caja de seguridad donde estaban resguardadas las 144 monedas de oro: “No es cierto, como dijo la acusación, que yo haya reconocido la integridad de las grafías que obran. Pedí que se hiciera un peritaje caligráfico y me fue rechazado.” Frente al tribunal, sostuvo que siempre dio explicaciones: “Yo me presenté espontáneamente, no fui interpelado, no fui requerido, me presenté voluntariamente a ponerme a derecho”.

En otro tramo, cuestionó el tratamiento probatorio: “¿Cómo es posible que, de manera sistemática, se rechace una prueba que probaría que una persona no es autora de? ¿Cómo puede ser superflua una medida que probaría que un magistrado no es autor del hecho del que lo acusan?”.
Sobre la pericia a la caja de seguridad, afirmó: “Lo único que se hizo es: un cerrajero fue, abrió, dijo ‘funciona bien’ y nada más.” Y negó haber ocultado la llave: “A la primera oportunidad que tuve, entregué las llaves… Me desentendí del tema por completo”.
El jury está presidido por los camaristas José María Escobar Cello y Víctor Arturo Pesino, junto con los senadores Rodolfo Suárez y Jesús Fernando Rejal, los diputados Manuel Quintar y Agustina Propato, y el abogado federal Antonio Manuel Estévez.
La acusación quedó en manos de los senadores Luis Juez y Eduardo Vischi, y del juez de Casación Diego Barroetaveña, designados por el Consejo de la Magistratura para sostener los cargos de mal desempeño.
La defensa técnica del magistrado está a cargo de Gastón Marano, quien reiteró que los hechos atribuidos a Poderti ocurrieron cuando era secretario y que el jury “no puede revisar actos anteriores al acuerdo del Senado”.
En el cierre de su presentación, Poderti pidió que se analice su actuación sin presiones externas: “Trabajen hasta la verdad porque tienen una enorme responsabilidad en sus brazos”.
El debate continuará mañana a las 9.30, cuando declararán siete testigos citados por las partes, en una jornada que será determinante para evaluar el sustento del caso antes de la etapa de alegatos.