El Brasileirão se convertirá la próxima temporada en la primera liga de América del Sur que implementará la tecnología de fuera de juego semiautomático, según anunció el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Samir Xaud.
El sistema usa cámaras e inteligencia artificial para rastrear la posición de los jugadores y el balón y avisar a los árbitros del VAR casos de posición adelantada. Estos deben verificar que el sistema siguió correctamente el proceso para confirmar la infracción e informar al juez principal.
"Nuestra mirada está puesta en el futuro. A partir del 28 de enero, con el inicio del campeonato brasileño, se implementará el fuera de juego semiautomático", dijo Xaud durante un evento sobre arbitraje en Río de Janeiro. El próximo año, el fútbol brasileño estrenará un reformado calendario.
El tradicional Brasileirão, que habitualmente se juega desde fines de abril a diciembre, ahora se disputará a lo largo de todo el año. El fuera de juego semiautomático se aplicó en el Mundial de Catar 2022 y se usa en competiciones como la Liga de Campeones de Europa y los campeonatos locales de Inglaterra, España e Italia.
De acuerdo a información de la propia CBF, la empresa proveedora de la tecnología en Brasil será Genius Sports, que le vende los mismos servicios a la FIFA y a federaciones nacionales como las de Argentina e Inglaterra.

Se trata de una tecnología que permite discernir si un futbolista se encuentra en offside de manera instantánea, ayudando de esta manera a los árbitros en jugadas de difícil detección.
Entre los distintos sistemas, existe el SAOT que utiliza un mecanismo de detección de extremidades llamado limb-tracking que permite detectar los 29 puntos corporales con los que se puede marcar gol hasta 50 veces por segundo.
Para ello, se necesita un número de entre 10 y 12 cámaras instaladas a lo largo de la cubierta del estadio, entre las que no se cuentan las utilizadas para la retransmisión televisiva.
A esto hay que sumarle una pelota que manda 500 señales por segundo y permite determinar el momento exacto en el que se produce el último pase. Esto hace que el fuera de juego semiautomático no pueda ser extrapolable a todas las competiciones futbolísticas.