por Andrés Lobato
En la recta final del año, los precios de la carne vacuna en los mostradores presionan a los índices de inflación. La menor disponibilidad de hacienda -un problema que los analistas del sector advierten desde hace tiempo-, la mejora en los precios ganaderos a nivel local y la mayor demanda a nivel global son un combo que termina impactando en las pizarras de las carnicerías.
De acuerdo al Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), los precios de los distintos cortes de carne vacuna en octubre aumentaron un 2,8% con respecto al mes previo. Si se extiende el análisis, el incremento en los primeros diez meses de 2025 fue de 37,5% y del 61,3% en la comparativa interanual.
Si bien los datos disponibles del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) llegan hasta septiembre, permiten visualizar que los valores de la carne treparon muy por encima de la inflación durante el año.
Según el organismo, el acumulado entre enero y septiembre fue de 22% (versus un 37,5% de aumento que midió el IPCVA en ese período), mientras que la inflación interanual ascendió a 31,8%, contra un 61,3% de incremento en los valores de la carne en el mismo lapso.
En el período analizado, los cortes que más aumentaron entre septiembre y octubre fueron el asado (8,2%) la picada especial (6,1%) y el matambre, con 5,5%). El osobuco tuvo un leve retroceso (0,4%) y los cortes con menor incremento fueron el lomo y la carnaza común (0,2%) y la tortuguita, con 1,3%.
En estos días, cortes como el lomo y la colita de cuadril tienen -de acuerdo al relevamiento del ICPVA- un precio superior en supermercados. En la vereda opuesta, asado, peceto, falda, picada común y la carnaza común son más económicos en las grandes superficies.

“En los cortes más demandados, como los de la rueda, utilizados principalmente en la preparación de milanesas, la diferencia de precios se acerca a los $864.1 (5.7%) en el caso de la nalga, siendo el precio más económico en el supermercado”, acotaron desde la entidad.
Al analizar por puntos de venta, en los comercios que atienden en barrios de nivel socioeconómico alto, los precios de la carne vacuna aumentaron un 2,6%. En los de nivel medio, la suba llegó a 3,4% y en los de nivel socioeconómico bajo, los valores subieron un 2,2%.
El Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG) es la referencia a la hora de fijar precios para la hacienda y desde el viernes pasado, las categorías de consumo -vaquillonas y novillitos- comenzaron a superar máximos de $4.000. Previo a estas subas, los precios en los remates mostraron una tendencia ascendente, que fue la que impactó en las subas de octubre.
Para lo que resta del año, no se descartan más subas en los remates de hacienda, con un consumo que sufre la presión de los frigoríficos exportafores, ante la notoria falta de hacienda pesada para destinar a mercado externos. Y esta situació genera algunas postales que no suelen ser frecuentes en esa plaza.
Un operador de Cañuelas analizó esta situación: "Hoy el novillo pesado vale más que el consumo porque no tenés restricciones a la exportación, falta oferta de novillo y hay mucha demanda. Se está dando una particularidad, que buena parte del consumo que por ahí no está bien terminado o inclusive que está bien terminado se va con destino al feedlot, otra vez comprado como invernada por la industria exportadora".
En este sentido, remarcó que esta puja entre los compradores del mercado interno (matarifes, abastecedores y supermercados, entre otros actores) y los frigoríficos exportadores explica en parte esta dinámica alcista de los precios, con un consumo que sigue buscando su punto de equilibrio en las cotizaciones. Pero a diferencia de otras temporadas, un dato a tener en cuenta es que el novillo pesado se paga más que la hacienda destinada a la mesa de los argentinos.