Durante una charla intensa y sin grises, Eugenio Casielles conversó con el periodista Tomás Méndez en El Living de NewsDigitales sobre lo que, según él, es la verdadera estructura que sostiene al gobierno libertario. Dijo que el poder en la Argentina “ya no se construye con ideas, sino con miedo”, y que el gobierno de Javier Milei encontró en ese recurso su principal sostén.
“El miedo es la moneda más fuerte que tienen -afirmó-. Miedo a perder el trabajo, miedo a no pertenecer, miedo a hablar. Así se gobierna hoy”. Lo expresó con la experiencia de quien conoció los pasillos internos del proyecto Milei, pero también con la distancia de quien ya no cree en él. Según Casielles, la ruptura se dio cuando “la locura empezó a reemplazar a la política” y “ya no hubo espacio para la razón ni para el diálogo”.
A lo largo de la charla, Casielles repasó su paso por el espacio libertario y lo definió como “una maquinaria de personajes, no de políticas”.
“Nunca hubo un plan. Hubo un casting de personajes que servían mientras generaban ruido. Cuando dejaban de servir, los tiraban”.
Entre la crítica y la búsqueda de una salida, Casielles sorprendió con un nombre inesperado: Dante Gebel. Lo mencionó sin grandilocuencia, pero con una convicción que llamó la atención del conductor. “Argentina necesita un liderazgo que no venga del resentimiento -dijo-. Dante tiene llegada, sensibilidad y una mirada espiritual que la política perdió hace rato”.

El dirigente también mencionó su relación con exaliados y sobre la cultura política que lo llevó a romper. “La traición no me sorprende, pero el silencio sí”, dijo, casi en tono de reproche.
“Lo más grave —agregó— es que muchos que saben lo que pasa se callan. Hay una dirigencia paralizada, que no se anima a decir que esto no va más. Y mientras tanto, la gente sufre. Es un gobierno que castiga al débil y aplaude al poderoso”.
El final fue casi una súplica política. “Argentina no necesita más genios del marketing ni iluminados del odio. Necesita gestión, empatía y Estado. El país no aguanta más shows”, sentenció Casielles, mirando directo a cámara. En el Living, las confesiones políticas suelen tener el tono de una autopsia, y la de Casielles no fue la excepción: una radiografía del desencanto, hecha desde adentro.