16/11/2025 - Edición Nº1013

Policiales

Un caso de gatillo fácil

Nueve años después detienen al policía que baleó a Lucas Cabello en La Boca

12/11/2025 | Ricardo Gabriel Ayala, exintegrante de la Policía Metropolitana, fue arrestado para cumplir la condena a 16 años de prisión por el intento de homicidio de Lucas Cabello. La Corte Suprema dejó firme el fallo que lo responsabilizó por haber disparado tres veces contra el joven en 2015, causándole lesiones irreversibles.



Luego de casi una década de instancias judiciales, el policía Ricardo Gabriel Ayala fue detenido para comenzar a cumplir la pena de 16 años de prisión por el intento de homicidio de Lucas Cabello, ocurrido en noviembre de 2015 en el barrio porteño de La Boca. La detención se concretó después de que la Corte Suprema de Justicia rechazara el último recurso extraordinario de su defensa, con lo que el fallo condenatorio quedó firme.

La medida fue solicitada por la Fiscalía General ante los Tribunales Orales en lo Criminal y Correccional N°1, actualmente a cargo del fiscal Horacio Azzolin. Los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti consideraron que el abogado del efectivo no había cumplido con los requisitos técnicos del recurso, lo que implicó el cierre definitivo de la vía judicial.

El hecho ocurrió el 9 de noviembre de 2015, alrededor de las 15.45, frente a la vivienda de Cabello, en la calle Martín Rodríguez al 500. Según determinó el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°1, integrado por los jueces Adrián Pérez Lance, Luis Salas y Fernando Ramírez, Ayala -por entonces miembro de la Policía Metropolitana- le disparó tres veces: en el cuello, la ingle y la pierna.

Cabello sobrevivió de milagro. Su pareja de aquel momento fue quien lo asistió y luego declaró en el juicio. “El rápido traslado a un hospital gracias a un vecino que lo llevó con su auto, más la intervención médica, permitieron evitar su fallecimiento”, destacó el fallo, aunque precisó que las lesiones le provocaron consecuencias irreversibles: parálisis de sus cuatro miembros, traqueotomía y gastrostomía permanentes.

Durante el juicio, la fiscal Susana Calleja remarcó que el policía actuó “abusando de su función” y con uso de arma de fuego, poniendo en riesgo la vida de la víctima. En su testimonio, Lucas contó que el agente lo miró “desafiante” cuando salió a comprar comida y que, tras una discusión, Ayala le ordenó “meterse adentro” antes de apuntarle a la cabeza y abrir fuego.

En 2022, la Sala 2 de la Cámara Nacional de Casación Criminal y Correccional había confirmado la condena. Los camaristas, encabezados por Daniel Morín, rechazaron los argumentos defensivos que hablaban de una “grave amenaza” hacia el agente. El tribunal sostuvo que ninguna persona vio un arma en poder de Cabello ni cerca de la escena, y que las vainas y proyectiles correspondían al arma reglamentaria de Ayala.

“El policía produjo tres disparos a muy corta distancia con una pistola 9 milímetros, de alto poder destructivo. Lo hizo en lapsos breves pero suficientes para advertir cómo cada uno debilitaba a la víctima”, escribió Morín al analizar la conducta del acusado.

El magistrado también descartó cualquier hipótesis de “legítima defensa” o “exceso” en ella. “No se probó la existencia de una agresión ilegítima ni la necesidad racional del medio empleado. Ayala no actuó en momento alguno al amparo de una causa de justificación”, concluyó el juez.

Con la decisión de la Corte Suprema, el caso quedó definitivamente cerrado. Nueve años después del ataque, Lucas Cabello, que quedó cuadripléjico, logró la confirmación de justicia que su familia y los organismos de derechos humanos venían reclamando desde aquel día en que una discusión cotidiana derivó en una tragedia irreversible.