12/11/2025 - Edición Nº1009

Política

Movimiento internacional

Bullrich promueve a Ferrer Picado: ¿un nuevo puente con Estados Unidos?

12/11/2025 | La futura senadora de La Libertad Avanza impulsa a su ex jefe de Inteligencia para un cargo en la OEA y gestiona otro nombramiento en Washington. Busca conservar peso político y vínculos con la agenda de seguridad regional.



A semanas de dejar el Ministerio de Seguridad y jurar como senadora nacional por La Libertad Avanza, Patricia Bullrich prepara una jugada que trasciende la política local y apunta a mantener su influencia en Estados Unidos. La dirigente busca proyectar a dos hombres de su círculo íntimo a posiciones clave en Washington, para sostener el vínculo con la administración republicana y resguardar su rol como interlocutora privilegiada en temas de seguridad regional.

El primero en la lista es Ricardo Ferrer Picado, ex director de Inteligencia Criminal, que aspira a ocupar la Secretaría de Seguridad Multidimensional de la Organización de Estados Americanos (OEA). Desde su salida del Ministerio, Ferrer Picado preside la Reunión de Autoridades Nacionales en materia de Delincuencia Organizada Transnacional del organismo y mantiene vínculos fluidos con sectores republicanos en Washington, lo que lo posiciona como candidato natural para el puesto.

El segundo movimiento es más controvertido. Se trata de Alberto Forigh, actual director de Cooperación Internacional del Ministerio de Seguridad, quien pidió ser destinado a Estados Unidos. Bullrich logró que se iniciaran gestiones para crear un nuevo cargo en la embajada argentina en Washington, una suerte de “agregado de Seguridad”, figura que hoy no existe formalmente.

La propuesta generó resistencia en otros ministerios, tanto por el alto rango que tendría -con salario estimado entre 14.000 y 16.000 dólares mensuales, superior al de la mayoría de los agregados diplomáticos- como por el financiamiento del puesto, que saldría del propio presupuesto del Ministerio de Seguridad. A esto se suma el interrogante sobre sus funciones reales, ya que la embajada liderada por Alec Oxenford cuenta con agregados de las tres Fuerzas Armadas, de la agencia de inteligencia y de organismos agrícolas que ya articulan con la CIA, el FBI, la DEA y el Homeland Security.

Bullrich mantiene una relación directa con ese organismo estadounidense: este año firmó junto a su titular, Kristi Noem, el acuerdo para que la Argentina reingrese al Programa Visa Waiver, que permitiría a los ciudadanos argentinos ingresar a Estados Unidos sin visa por hasta tres meses. La ministra consideró ese avance un logro personal y político, y en la reformulación del organigrama del Estado también consiguió que su cartera retenga el control de Migraciones, lo que refuerza su legado institucional antes de dejar el cargo.

Tanto Ferrer Picado como Forigh forman parte de su núcleo de confianza y fueron piezas clave en la gestión. Este último, además, está casado con Julia Pomares, exdirectora de CIPPEC y exasesora de Horacio Rodríguez Larreta, rival de Bullrich en la interna de Juntos por el Cambio.

La doble jugada en Washington revela la estrategia de la futura senadora: preservar interlocución internacional, mantener estructura propia y proyectar poder más allá de las fronteras del Congreso. En un escenario donde el mileísmo redefine sus alianzas, Bullrich parece decidida a conservar su espacio de influencia en uno de los tableros más sensibles: la seguridad hemisférica.