Ximena de Tezanos Pinto se convirtió, casi sin proponérselo, en una figura reconocible dentro del paisaje político y mediático porteño. Su fama nació en 2021, cuando desde su departamento de Juncal y Uruguay, en el corazón de Recoleta, desplegó pancartas y banderas críticas contra Cristina Fernández de Kirchner, quien entonces residía un piso más abajo. Aquella acción, repetida en varias ocasiones, la transformó en “la vecina de arriba” de la exmandataria y la llevó a protagonizar notas, entrevistas y debates televisivos.
Con el paso del tiempo, la exposición le abrió espacio en el mundo político: en 2025 su nombre apareció como candidata suplente en una lista electoral porteña que generó controversias y terminó siendo objetada ante la justicia. Sin embargo, lo que más llamó la atención del público fue su persistencia en mantener gestos de hostilidad hacia la ex presidenta.
Aunque Cristina Kirchner ya no vive en Recoleta y cumple prisión domiciliaria en el barrio de Constitución, la ex vecina volvió a ser noticia por su actividad en redes sociales. En su cuenta de Facebook, difundió un video en el que insta a los habitantes de la zona de San José y Humberto Primo a denunciar las reuniones de militantes que suelen concentrarse allí para saludar a la ex vicepresidenta. “Hay que poner orden en San José 1111”, expresó en la grabación, refiriéndose a la dirección donde reside Fernández de Kirchner.
Su nombre también apareció en las investigaciones judiciales abiertas tras el intento de magnicidio contra la ex mandataria, ocurrido en 2022. A partir de la pesquisa sobre los grupos de ultraderecha, especialmente la agrupación Revolución Federal, circularon versiones que la vinculaban con personas bajo investigación. Algunos jueces solicitaron medidas de prueba para determinar si existían nexos entre su entorno y ese grupo, aunque Tezanos Pinto negó toda relación directa y pidió ser tenida como testigo en lugar de imputada.
En las últimas semanas, volvió a ocupar espacio en los medios tras declarar en el juicio por el atentado. Según registros periodísticos, su testimonio fue considerado relevante para reconstruir la dinámica de convivencia en el edificio de Recoleta y las visitas que allí se producían. Durante su exposición, relató detalles sobre las manifestaciones, las presencias recurrentes y los gestos hacia la ex presidenta, reafirmando su versión de los hechos.
Lejos de los balcones y las banderas, Tezanos Pinto sigue siendo -para algunos- una vecina con convicciones políticas que a través de mensajes simples pero claros, puso en palabras el rechazo que genera la figura de Cristina Fernández de Kirchner en el barrio de Recoleta.
GZ