Mauricio Macri busca reestructurar el PRO tras la pérdida de legisladores

Con Mauricio Macri a la cabeza, el PRO atraviesa su momento más crítico desde su creación. Este miércoles, en la histórica sede de Balcarce 412, dirigentes de todo el país se reunieron para decidir si el partido debe mantener su identidad como fuerza opositora o diluirse como socio menor del oficialismo libertario. El encuentro llega luego de nuevas fugas de legisladores hacia La Libertad Avanza, encabezadas por Diego Santilli, que volvieron a desestabilizar la estructura del macrismo.

Entre los asistentes más cercanos a Macri estuvieron Jorge Macri, Soledad Martínez y Guillermo Dietrich, quienes coincidieron en la necesidad de “reconstruir la alternativa” al gobierno de Javier Milei. “Tenemos el desafío de volver a ser una opción de poder. La identidad del PRO está”, sostuvo Martínez, en una frase que buscó reanimar un partido golpeado por la dispersión interna y la pérdida de peso electoral.

Dietrich, por su parte, recordó los orígenes del macrismo para marcar una línea de continuidad: “Desde el inicio, el propósito del PRO nunca estuvo en duda. Lo único que importaba era transformar la vida de la gente. Ese es nuestro ADN y lo único que nos reconocen”. Sin embargo, en los pasillos del encuentro también se escucharon voces que defendieron una mayor cercanía con Milei, bajo el argumento de no quedar fuera del “cambio cultural” que lidera el libertarismo.

La lista de participantes incluyó a dirigentes como Silvia Lospennato, Martín Yeza, Gisela Scaglia, Alfredo de Angeli, Martín Goerling y Soher El Sukaria, entre otros referentes nacionales y provinciales. Todos coincidieron en que el PRO enfrenta una encrucijada histórica: decidir si mantiene su sello o se convierte en una fuerza satélite del oficialismo.

Mientras tanto, Macri intenta retomar el control de un partido que fundó hace más de dos décadas y que hoy parece perder identidad entre la vieja estructura de Juntos por el Cambio y el nuevo magnetismo libertario. La pregunta que flota en el aire, incluso entre los propios, es si el PRO todavía existe o si ya comenzó su disolución política.