Julián Álvarez y su decisión que sorprende al fútbol moderno: ¿por qué no se tatúa?

El exjugador del Manchester City y actual del Atlético de Madrid, Julián Álvarez, reveló en una entrevista que nunca sintió la necesidad de tatuarse, siguiendo los principios que le inculcaron en su infancia, y que hoy representa una verdadera excepción en el fútbol, un ambiente donde los tatuajes parecen casi obligatorios

El delantero de la selección argentina, volvió a llamar la atención por su perfil humilde y sus convicciones personales. En una entrevista con L’Équipe, el delantero de 25 años confesó que es el único jugador en su entorno cercano que no tiene tatuajes, y que esa decisión la tomó desde chico, cuando su padre le impuso reglas claras en su hogar: nada de tatuajes, cigarrillos ni alcohol.

La herencia familiar y la decisión personal

Desde sus comienzos en River Plate, la “Araña” mantuvo ese compromiso con sus valores. La elección de no tatuarse no responde a una actitud de rebeldía, sino a un profundo respeto por las enseñanzas que recibió en su familia y a su forma de vivir.

En la entrevista, Álvarez contó que, durante una concentración con la selección, algunos compañeros notaron que era el único sin tatuajes. Y explicó: “No lo hago para ser distinto. Muchos futbolistas los tienen, y me parece perfecto, pero yo soy más tranquilo, de estar en casa con mi familia. Ahí es donde me siento feliz”.

Julián Álvarez, sin tatuajes, en la playa.

Sin embargo, Álvarez remarca que en su entorno, la sencillez y la normalidad son su sello distintivo. “Me muestro tal como soy, no intento vender otra cosa. En un mundo donde las redes sociales muestran todo, ser natural es lo que más gusta”, afirmó.

El jugador además interpretó su papel en el vestuario en comparación con otros perfiles del fútbol: “En un grupo hace falta de todo: los que alzan la voz para defender al equipo, y otros que aportan calma. Es bueno tener diferentes perfiles en el vestuario y en el campo”.

La postura de Julián Álvarez contrasta con la extravagancia que domina el fútbol moderno, donde la mayoría de los jugadores exhiben tatuajes y personalidades marcadas. Su sencillez, su foco en la familia y su actitud tranquila representan una forma diferente de vivir y jugar al fútbol, que muchos consideran más auténtica.