17/11/2025 - Edición Nº1014

Internacionales

Visita histórica en China

Felipe VI y Xi Jinping refuerzan la alianza tras 18 años sin visita real

13/11/2025 | El rey español y el presidente chino firmaron diez acuerdos clave en economía, tecnología, energía y educación durante una ceremonia de alto nivel en Pekín.



La reunión entre el rey Felipe VI y el presidente Xi Jinping en el Gran Salón del Pueblo de Pekín marcó un punto de inflexión en las relaciones entre España y China. No solo fue la primera visita de Estado de un monarca español en 18 años, sino también una demostración de la intención de ambos gobiernos de impulsar una agenda conjunta más ambiciosa en un escenario internacional cargado de tensiones económicas y geopolíticas.

La jornada comenzó con todo el protocolo que China reserva a los jefes de Estado: alfombra roja, guardia de honor, himnos nacionales y una salva de 21 cañonazos disparada en la plaza de Tiananmen. Tras pasar revista a las tropas, Xi y Felipe VI ingresaron al imponente edificio para mantener una reunión que dejó como resultado diez acuerdos de cooperación que abarcan desde comercio e inversiones hasta ciencia, educación, energías limpias y tecnologías emergentes.

Felipe VI destacó la importancia de renovar el vínculo con China en un contexto global marcado por desafíos económicos y tecnológicos.

Entre los pactos sellados destacan aquellos destinados a facilitar la entrada de productos agroalimentarios españoles en el mercado chino, un sector donde Madrid busca ampliar su presencia desde hace años. También se acordaron nuevos programas de colaboración en astronomía, exploración espacial, investigación en baterías, transición energética y proyectos vinculados a la llamada economía digital. Además, se relanzó una comisión económica mixta que funcionará como mecanismo para destrabar trámites, acelerar inversiones y abrir oportunidades a empresas españolas que quieren operar en China.

El viaje llega en un momento clave para la economía española. China es uno de sus socios comerciales más relevantes, pero la balanza se mantiene claramente desequilibrada: España importa muchísimo más de lo que exporta. El Gobierno español busca equilibrar esa relación apostando por sectores de alto valor añadido, desde las energías renovables hasta la movilidad eléctrica, pasando por productos agrícolas y tecnológicos con fuerte potencial en el mercado asiático. En paralelo, España intenta posicionarse como puerta de entrada para inversiones chinas en Europa, especialmente en logística, puertos y automoción eléctrica.

Para China, la visita representa un gesto diplomático de gran relevancia. Pekín quiere consolidar una red de aliados dentro de la Unión Europea en un momento de fricciones comerciales, disputas por subsidios a la industria tecnológica y presiones internacionales por la cadena de suministro. La presencia del rey español, acompañada de una amplia delegación económica y cultural, refuerza la apuesta china por construir relaciones bilaterales estables y menos atravesadas por tensiones geopolíticas.

Uno de los momentos más comentados de la jornada fue la ofrenda floral de Felipe VI y la reina Letizia en el Monumento a los Héroes del Pueblo, en el corazón de la plaza de Tiananmen. El gesto, que forma parte del protocolo para las visitas de alto nivel, no suele ser realizado por todos los dignatarios extranjeros y fue interpretado como una señal de respeto hacia la narrativa histórica del gobierno chino. Las imágenes de los reyes en uno de los lugares más sensibles de la memoria política de China acapararon la atención de la prensa internacional.


Felipe VI y la reina Letizia realizaron una ofrenda floral en el Monumento a los Héroes del Pueblo, en la plaza de Tiananmen.

En su discurso, Felipe VI destacó la “relación de confianza” construida a lo largo de más de cinco décadas de vínculos diplomáticos. Recordó las primeras visitas de la Corona a finales de los años setenta, cuando China comenzaba a abrirse al mundo, y puso énfasis en la necesidad de trabajar juntos para afrontar desafíos globales como el cambio climático, la seguridad energética, la estabilidad de las cadenas de suministro y el avance tecnológico. Xi Jinping, por su parte, habló de una “asociación estratégica integral” más fuerte y expresó su deseo de que ambos países exploren incluso proyectos conjuntos en terceros mercados como América Latina o el norte de África.

El viaje también tiene un componente cultural y educativo. Se anunciaron nuevas becas, intercambios universitarios y programas de cooperación lingüística, además de medidas para facilitar el turismo y los viajes de corta duración entre ambos países. China comunicó que ampliará su política de exención de visado para ciudadanos españoles, un gesto que apunta a incrementar los intercambios sociales, académicos y empresariales.

La agenda de los reyes continuará en las próximas horas con encuentros con el primer ministro Li Qiang, el presidente de la Asamblea Popular Nacional y una serie de actividades económicas y culturales en otras ciudades chinas. Más allá del protocolo y las fotos, la verdadera prueba será cómo se implementan los acuerdos firmados y si esta visita logra traducir el entusiasmo diplomático en beneficios concretos para empresas, estudiantes y ciudadanos tanto de España como de China.


El primer ministro Li Qiang recibió a la delegación española para profundizar la agenda económica y las oportunidades de inversión bilateral.

Con este viaje, España intenta encontrar su propio equilibrio en un mundo cada vez más fragmentado, donde la diplomacia económica se vuelve tan decisiva como la política. Pekín, por su parte, busca consolidar aliados estables en Europa. Y ambos, al menos por ahora, parecen dispuestos a apostar por una relación más profunda, amplia y estratégica que la que existía hasta ahora.