El Gobierno nacional prepara una reforma tributaria y laboral que implicará cambios drásticos para trabajadores y empresas. Según trascendió de fuentes oficiales, el equipo económico que lidera Luis Caputo evalúa eliminar el monotributo y crear un nuevo régimen de empleo con menor carga impositiva, bajo el argumento de “formalizar la economía”.
La propuesta, que circula en despachos de Economía y Trabajo, plantea que los actuales monotributistas pasen a ser autónomos, en línea con los pedidos que viene haciendo el Fondo Monetario Internacional.
La medida apunta a “blanquear” a los trabajadores independientes, pero implicaría mayores obligaciones fiscales y un cambio profundo en el sistema previsional.
El documento interno de Economía titulado “Una reforma para formalizar la economía, impulsar el mercado de capitales y resolver la sustentabilidad previsional” también proyecta modificaciones en el impuesto a las Ganancias.
El plan incluye un mínimo no imponible unificado equivalente a un salario promedio de $1,7 millones en 2025. Con esta escala, un empleado soltero sin hijos comenzará a pagar el tributo a partir de los $2,8 millones brutos, lo que sumaría unos tres millones de nuevos contribuyentes al sistema.
Para incentivar la contratación formal, el Gobierno prevé bajar las cargas patronales: los empleadores que incorporen nuevos trabajadores o exmonotributistas tendrán una reducción del 25,5% al 17% en contribuciones.
Los empleados también verán un alivio en sus aportes personales, que pasarían del 17% al 13%. La idea oficial es estimular el empleo registrado, aunque la oposición ya advierte que la medida podría afectar la recaudación previsional y encarecer la formalización de pequeños trabajadores.
La reforma representa una de las apuestas más ambiciosas de Caputo desde su llegada al Ministerio de Economía, y busca mostrar resultados concretos ante el FMI y el empresariado.
En el oficialismo aseguran que el objetivo es “modernizar el sistema laboral argentino”, pero desde los gremios y algunos sectores de la oposición ya alertan sobre un posible golpe al bolsillo de los trabajadores independientes.
FS