El intento por apaciguar un episodio de violencia entre estudiantes culminó en un cuadro de caos y agresiones generalizadas que superó todo lo imaginable. Este miércoles, la Escuela Primaria N° 80 de City Bell se convirtió en el escenario de una "locura" colectiva: padres de familia, llamados para ayudar, terminaron liderando junto a sus hijos un feroz ataque contra el cuerpo docente que dejó a la directora del establecimiento internada con heridas graves. El saldo fue un panorama desolador: aulas y patios convertidos en un campo de batalla, sillas volando y docentes aterrados.
El episodio comenzó de manera relativamente común, aunque violenta, durante el recreo en el patio del barrio Savoia. Dos alumnos y una alumna se trenzaron en una pelea que rápidamente escaló en intensidad. Docentes y auxiliares que intervinieron para separarlos recibieron golpes en el intento, según relató una maestra al diario El Día. Una vez logrado, las autoridades activaron de inmediato el protocolo contra la violencia y decidieron convocar a las familias de los jóvenes involucrados para informarles la situación y que los retiraran de la escuela.
Lejos de ser la solución, la llegada de los padres fue el detonante de un estallido aún mayor. Según los testimonios recogidos, varios de los alumnos "seguían alterados", y en lugar de calmar los ánimos, los adultos que arribaron avivaron el "clima de tensión". En cuestión de minutos, el patio escolar se transformó en una zona de caos total.
Lo que siguió fue una escena irracional: insultos, empujones y una lluvia de sillas se dirigieron contra maestros y directivos. Un grupo de padres y estudiantes, en un estado de furia colectiva, desató su violencia sobre quienes minutos antes intentaban poner orden. "A la directora le dieron una patada en la pierna y la hicieron sangrar, porque le pegaron justo en una várice", detalló una docente testigo. La agresión fue tan brutal que la directora debió ser trasladada en ambulancia para recibir tratamiento por los traumatismos.
Este brutal incidente no es un hecho aislado en la historia reciente de la escuela, lo que preocupa profundamente a la comunidad educativa. Desde el mismo establecimiento recordaron que en septiembre de 2024, una alumna de apenas 10 años terminó internada tras ser atacada por siete compañeros durante un recreo. El comentario de la madre de otro estudiante resume una alarmante realidad: "esto pasa más seguido de lo que se cree".
El episodio deja al descubierto una doble crisis: la violencia entre pares dentro de las aulas y la incapacidad de los adultos para dar una respuesta constructiva, llegando incluso a replicar y multiplicar la agresión. La escena de City Bell no es solo la de una pelea, sino la de un contrato social roto, donde la escuela, lejos de ser un lugar seguro, se convirtió en el epicentro de una batalla donde todos perdieron.