La Coalición Cívica enfrentará desde el 10 de diciembre un escenario de máximo repliegue a nivel parlamentario: solo le quedarán dos bancas.
La historia de Elisa Carrió, de todas formas, no estuvo exenta de momentos similares, aunque da la impresión de que será muy desafiante la recuperación de la centralidad.
En las intermedias del 2001, Carrió hizo su debut con el ARI (Afirmación para una República de Iguales). Cosechó a nivel nacional un 9% y obtuvo 8 bancas. Quedó en el tercer lugar, detrás del PJ y de la Alianza.
Un performance similar se dio en las legislativas del 2003: orilló el 10%, y retuvo el bronce detrás de los dos partidos tradicionales. Así, amplió su bloque a 17 miembros en Diputados. Nada mal.
En el 2005, el ARI cosechó un 8% a nivel nacional, pero pisó fuerte en CABA: 22%. El principio de un largo romance de “lilita” con el votante porteño. Así, el espacio de Carrió transitó hasta la siguiente elección con 14 asientos propios.

En el 2007, Carrió se presentó como candidata a presidenta y, si bien no pudo llegar al balotaje con Cristina Kirchner, quedó cómodamente arriba de los 20 puntos, lo que le permitió engrosar categóricamente su poder en el recinto. Ya llevaba el nombre de la Coalición Cívica y consolidó un bloque de 36 miembros, el principal de la oposición.
En las legislativas del 2009, luego del traumático conflicto con el campo por la resolución 125, la Coalición Cívica volvió a pisar fuerte en todo el país. Esta vez con una alianza más amplia, que incluía a radicales, el GEN y el Partido Socialista: el Acuerdo Cívico y Social. Fue un exitazo. Se impuso a nivel nacional con el 29%, un punto por encima del Frente para la Victoria.
Ahora, el Acuerdo Cívico y Social alcanzaba un total de 85 bancas en Diputados, y 23 en el Senado. Carrió quedaba posicionada con altas chances de ganar en las presidenciales del 2011.
Como se sabe, ocurrió exactamente lo contrario. Carrió no logró extender sus buenos números de 2007 y 2009, y se desmoronó en el siguiente turno electoral. A nivel legislativo, sacó el 3%. Ya el Acuerdo Cívico y Social no existía más. Estaba completamente fragmentado. La Coalición Cívica tenía ahora 13 diputados.

Sin embargo, cuando parecía que se trataba del punto final en su vida política, Carrió revivió en el 2013, de la mano de su público porteño. Conformó UNEN en CABA con casi los mismos partidos del Acuerdo Cívico y Social, y quedó detrás del PRO. Lilita superó cómodamente el 30%. Un renacer político.
Para el 2015, UNEN ya no existía más. La Coalición Cívica tejió un acuerdo con la UCR y el PRO, y se creó Cambiemos, que ganó las presidenciales de la mano de Mauricio Macri.
Entre el 2015 y el 2023, el espacio de Lilita se benefició del paraguas de Cambiemos y Juntos por el Cambio, y logró mantener una buena porción de diputados propios, fundamentalmente por PBA y CABA. En el 2021, por caso, JxC había tocado los 116 diputados, a solo dos del Frente de Todos, y llegaba a los 33 senadores, también dos menos que el kirchnerismo.
Actualmente, el bloque de la Coalición Cívica está compuesto por 6 miembros, pero a partir de diciembre seguirán solo Maximiliano Ferraro y Mónica Frade. Un nuevo y enorme desafío para Carrió.
FA