19/11/2025 - Edición Nº1016

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Hollywood

Walt Disney, su pasado como espía secreto del FBI

17/11/2025 | El creador del ratón más famoso del mundo, Mickey Mouse, se asoció a J. Edgar Hoover en su cruzada contra el comunismo.



Walt Disney, el visionario detrás de Mickey Mouse y la animación moderna, mantuvo una asociación secreta con el FBI durante décadas, convirtiéndose en un informante clave en la lucha anticomunista liderada por J. Edgar Hoover. Esta conexión, revelada por primera vez en una biografía no autorizada de 1993, comenzó en un contexto de paranoia nacional durante los años 30 y 40, cuando el entretenimiento era visto como un arma potencial para influir en la opinión pública. Tras mudarse a Hollywood en los 20 y revolucionar la animación con éxitos como Blancanieves y los siete enanitos en 1937, Disney vio en el FBI un aliado para proteger su imperio creativo.


Edgar Hoover usando una máscara de Mickey.

Incluso en eventos sociales, la conexión era evidente: Hoover y Disney aparecían juntos, como en una fiesta de Año Nuevo de 1937 en el Stork Club, donde el director del FBI posó con una máscara de Mickey Mouse.

El 10 de noviembre de 1940, Disney fue reclutado formalmente como informante para vigilar a sus propios empleados, en un momento en que ya había lanzado Pinocho ese mismo año. Según documentos desclasificados, su colaboración se remontaba al menos a 1936. Tras la huelga de animadores de 1941 en sus estudios, Disney testificó ante el Comité de Actividades Antiamericanas de la Cámara, etiquetando públicamente a muchos huelguistas como comunistas. 


Algunos de los documentos desclasificados.

En 1954, Disney fue designado oficialmente como “Agente Especial de Contacto a Cargo” y mantuvo esta función hasta su muerte en 1966. A cambio de la información proporcionada (cuyos detalles específicos permanecen censurados por razones de seguridad nacional), Hoover le permitió filmar en las oficinas centrales del FBI en Washington. Disney también cedió acceso a guiones y realizó ajustes menores en películas poco conocidas y un episodio de The Mickey Mouse Club, aunque no hay evidencia de cambios en sus clásicos animados icónicos.

La relación iba más allá de la vigilancia: Disney buscaba crear contenido que el FBI aprobara, expresando su deseo de producir materiales en los que el bureau “fuera algo a lo que los niños admiraran”. Hubo tensiones, como en Moon Pilot, donde Hoover objetó un guion que, según él, retrataba mal a la agencia.


Disneyland.

Además, la colaboración facilitó beneficios tangibles, como la adquisición de terrenos baratos en Florida para los parques temáticos y acceso gratuito del FBI a Disneyland desde su apertura en 1955, tanto para fines oficiales como recreativos.

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