En un mundo con crecientes desafíos de salud mental y crisis climáticas, la ciencia y la experiencia confirman que perros y gatos son mucho más que mascotas: son agentes terapéuticos y rescatistas que contribuyen activamente al bienestar y la seguridad humana global. En este sentido, los animales están demostrando su valor en múltiples entornos: desde hospitales, donde ayudan a reducir la ansiedad y aliviar el dolor, hasta zonas de desastre, donde su participación es irremplazable para salvar vidas.

Gatos y perros poseen capacidades biológicas extraordinarias que, con entrenamiento, se vuelven herramientas humanitarias:
Poder curativo felino: El ronroneo de los gatos, una vibración que promueve la calma, se utiliza para ayudar a reducir el dolor y la ansiedad en pacientes, consolidando su rol en terapias de apoyo.

Olfato milagroso canino: Los perros, con un sentido del olfato capaz de detectar sustancias en concentraciones ínfimas, son cruciales para alertar sobre condiciones médicas y, principalmente, en misiones de rescate.
La relevancia de los equipos caninos es palpable en Argentina, donde organizaciones como la Asociación Civil Escuela Canina de Catástrofe (ACCEC) trabajan incansablemente para localizar víctimas en derrumbes o desastres. "Una de mis mayores satisfacciones es preparar un perro para salvar vidas. No hay nariz más rápida ni oído más sensible que el de un perro para encontrar lo que buscamos en el menor tiempo posible", afirma Juan Carlos Lombardi, presidente de la institución canina.

El trabajo de estas organizaciones es fundamental. Recientemente, con el apoyo de iniciativas como las financiadas por la Royal Canin Foundation en su quinto aniversario, ACECC pudo optimizar sus capacidades. Este apoyo permitió fortalecer la división de rescate en agua y ampliar su infraestructura, incluyendo la construcción de nuevos caniles y una sala veterinaria.
A través de este tipo de alianzas, la labor de los perros de rescate se potencia, asegurando que estos héroes de cuatro patas y sus guías estén mejor equipados y entrenados para intervenir de manera rápida y eficiente en cualquier emergencia, demostrando que el vínculo humano-animal es un pilar de la salud y la acción humanitaria.