16/11/2025 - Edición Nº1013

Internacionales

Diplomacia cultural

La UNESCO cumple 80 años: ¿cómo enfrenta los retos actuales?

15/11/2025 | Creada en 1945, la agencia de la ONU sentó las bases de la cooperación global en educación, ciencia y cultura.



La firma de la Constitución de la UNESCO el 16 de noviembre de 1945 consolidó uno de los proyectos institucionales más ambiciosos de la posguerra: construir una paz duradera no solo mediante acuerdos políticos, sino a través de la educación, la ciencia y la cultura. El impulso surgió de una convicción compartida entre las potencias aliadas tras la Segunda Guerra Mundial: para evitar nuevas catástrofes globales, era indispensable fomentar la comprensión mutua y la cooperación intelectual entre los pueblos. Este nuevo enfoque transformó la diplomacia internacional al expandir su alcance más allá del terreno estrictamente geopolítico.

La entrada en vigor de su Constitución en 1946, con sede en París, dio inicio a un sistema dedicado a promover estándares educativos comunes, fortalecer la investigación científica y proteger patrimonios culturales amenazados. Desde sus primeros años, la UNESCO articuló redes globales de docentes, investigadores, artistas y gobiernos, consolidando un espacio multilateral donde el intercambio de conocimiento se convirtió en herramienta estratégica para la estabilidad mundial. Bajo esta visión, la agencia asumió un papel clave en la reconstrucción cultural y educativa de varios países devastados por la guerra.

Organización de las Naciones Unidas


Complejo de 7 ha situado en el East River, en el que 193 países miembros asisten a actividades diplomáticas.

Una misión para el siglo XX

La fundación de la UNESCO reflejó la idea de que la paz debía comenzar en la "mente de los hombres y mujeres", un principio que guio sus políticas desde su creación. La educación se elevó como pilar central para combatir el analfabetismo, promover la igualdad de oportunidades y fortalecer instituciones democráticas. En paralelo, el organismo coordinaría esfuerzos para impulsar la ciencia como motor de desarrollo, articulando cooperación internacional en campos emergentes que exigían respuestas colectivas.

En el ámbito cultural, la UNESCO se convirtió en guardiana del patrimonio mundial, promoviendo la protección de monumentos, sitios naturales y tradiciones amenazadas. Sus debates tempranos sobre diversidad cultural y derechos intelectuales anticiparon discusiones que décadas después serían fundamentales para la gobernanza global. A ello se sumó su rol en la promoción de la libertad de prensa y el fortalecimiento de sistemas de comunicación abiertos y seguros.

Desafíos y transformaciones

A lo largo del siglo XX, el organismo enfrentó tensiones políticas, retiradas temporales de estados clave y debates sobre financiación que pusieron a prueba su estabilidad. Sin embargo, su capacidad para adaptarse le permitió expandir su mandato hacia temas contemporáneos como la educación para el desarrollo sostenible, la ética de la inteligencia artificial y la protección del patrimonio cultural ante conflictos armados y desastres climáticos. Cada nueva etapa consolidó la percepción de que su trabajo sigue siendo un componente estructural del orden multilateral.

La creación de la UNESCO dejó un legado duradero en la arquitectura internacional. Sus estándares educativos, los programas de alfabetización, el sistema de Patrimonio Mundial y sus acciones en investigación científica continúan marcando la agenda global. El organismo se convirtió en símbolo de un tipo de diplomacia que apuesta por el poder del conocimiento y la cultura para enfrentar desafíos colectivos. A ochenta años de su nacimiento, su misión mantiene vigencia en un mundo donde la cooperación sigue siendo una necesidad urgente.