El director de Defensa Civil de la provincia de Buenos Aires, Fabián García, brindó precisiones sobre la explosión e incendio que se registraron en un polígono industrial de Ezeiza y buscó llevar tranquilidad a la población al afirmar que la situación “nunca representó un riesgo grave para la gente”, pese al impacto visual de la columna de humo y la inquietud generada en las primeras horas.

En declaraciones a los medios, García remarcó que si bien el humo resultó molesto, las mediciones de calidad del aire realizadas por equipos provinciales confirmaron que no se trata de material “tóxico” en términos de causar un efecto inmediato sobre la salud. “La situación nunca estuvo fuera de control para el riesgo de la población”, enfatizó.
El funcionario explicó que la jornada del siniestro fue “intensa”, con el foco puesto en contener el avance de las llamas que, según describió, “tuvieron características violentas”. Aun así, sostuvo que los operativos lograron mantener el fuego dentro del perímetro del parque industrial, donde se encuentran diversos galpones de acopio logístico y productos químicos. Uno de ellos, destinado al almacenamiento de neumáticos, fue el responsable de la imponente columna de humo negro que se observó desde varios kilómetros a la redonda.
Respecto a la calidad del aire, García detalló que primero se realizaron mediciones para proteger al personal de bomberos y luego controles más distantes para evaluar el impacto en la población. En ese marco, recomendó a los vecinos evitar la circulación por la zona y permanecer en sus hogares con puertas y ventanas cerradas. También señaló que el aumento previsto en la intensidad del viento contribuirá a dispersar las partículas en suspensión.

En cuanto a las consecuencias humanas, el titular de Defensa Civil confirmó que solo se registraron “heridas leves”. Actualmente, entre cuatro y cinco personas permanecen asistidas en el sistema de salud por inhalación de monóxido o pequeñas cortaduras provocadas durante la explosión.
García indicó que el incendio se encuentra “contenido”, es decir, estable y sin riesgo de propagación, aunque aún no ha sido completamente extinguido. Los equipos continuarán trabajando “varios días” en tareas de remoción de escombros y enfriamiento. Uno de los objetivos prioritarios de los operativos iniciales, afirmó, fue proteger una industria frigorífica ubicada a unos 200 metros, que almacenaba amoníaco. “Allí planteamos una línea de defensa para evitar cualquier afectación”, señaló.
En la zona operan alrededor de 380 bomberos con 70 unidades, además de personal de salud, policía y defensa civil, en el marco de un comando unificado que seguirá activo hasta completar la normalización del área.

García reiteró su mensaje de calma para la población: “Ahora lo que vamos a ver durante el día es este humo que molesta y preocupa, pero que no representa un riesgo inminente”.