Quedan tres carreras para el final de la temporada y el campeonato de pilotos está al rojo vivo. Tres figuras de la nueva generación de la Fórmula 1 -Lando Norris, Oscar Piastri y el cuatro veces campeón del mundo Max Verstappen- se disputan el título en una definición histórica.
Esto es lo que necesita cada uno para coronarse en la categoría reina del automovilismo.
El piloto británico, actual líder del campeonato, llega a esta instancia con la tranquilidad de marcar el ritmo en la definición, aunque sin margen para errores.
Lidera con 390 puntos, con 24 de ventaja sobre su compañero Oscar Piastri.
Si gana dos carreras consecutivas, puede consagrarse antes de la última fecha.
Incluso terminando segundo en las tres carreras restantes, se aseguraría el título.
El australiano, con 366 puntos, llega en un momento deportivo complicado tras cinco Grandes Premios consecutivos sin subir al podio. El camino hacia el título se volvió cuesta arriba, pero aún tiene chances matemáticas.
Necesita recortar en promedio 8 puntos por carrera (más 1 punto en la Sprint).
Si queda eliminado antes que Norris en Las Vegas o Qatar, se termina su sueño de ser campeón.

El neerlandés enfrenta un escenario límite. Con 341 puntos, a 49 de Norris, necesita una combinación casi perfecta de resultados.
Aunque sume los 83 puntos restantes, depende de que Norris no sume más de 34 puntos.
Si Norris gana en Las Vegas y Verstappen no es segundo, queda matemáticamente fuera de la pelea.
Solo un incidente o abandono doble de los McLaren podría reabrirle el campeonato.
La batalla está planteada y lejos de lo que parecía un campeonato terminado a mitad de año, la tensión se respira en el paddock. McLaren contra el mundo, compañeros convertidos en rivales y un campeón que no se rinde. El Gran Premio de Las Vegas no será una carrera más: ahí se definirá si tendremos uno de los finales de temporada más emocionantes de la historia o si, efectivamente, las papaya rules consolidarán la superioridad que tuvieron en todo el 2025.