La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, cerró su etapa al frente del municipio con un anuncio ambicioso: un Plan Bianual de Gestión 2025-2027 que promete escuelas, comisarías, polideportivos y más de 1.600 cuadras de pavimento. La jefa comunal -que en pocos días asumirá como diputada provincial por Fuerza Patria- trazó una agenda cargada para la transición hacia su sucesora, Eva Mieri, actual presidenta del Concejo Deliberante.
Durante el acto en la Universidad Nacional de Quilmes, Mendoza se mostró acompañada por su gabinete y referentes legislativos como Facundo Tignanelli, y planteó una continuidad política de seis años de gestión. En su discurso reivindicó la tradición peronista, mencionó a Néstor Kirchner, Cristina Fernández y Eva Perón, y pidió “responsabilidad y proyecto colectivo” para sostener el rumbo iniciado en 2019.
Entre las obras centrales del plan figuran nuevas bajadas de la autopista Buenos Aires–La Plata, la traza del Acceso Sudeste, la renovación total de las plazas del distrito y la construcción de cinco edificios educativos, tres polideportivos y dos comisarías. Mendoza también destacó los logros de su primera etapa: iluminación LED en todo Quilmes, más de 1.100 cuadras pavimentadas, expansión del Ecoparque, incorporación de móviles de seguridad y obras en escuelas y centros de salud.
Pero el capítulo más político estuvo dirigido a la Casa Rosada. Mendoza reclamó al gobierno de Javier Milei que reactive dos obras paralizadas: la Estación Héroes de Malvinas, con un avance del 70%, y el Plan Hídrico de la cuenca de los arroyos San Francisco y Las Piedras. “Son proyectos que no podemos terminar solos”, afirmó, en un mensaje directo al Ejecutivo nacional y al Presupuesto 2026 que definirá los recursos.
Antes de despedirse, la intendenta insistió en la idea de continuidad y gestión colectiva. “Nadie puede solo”, sostuvo, al pedir dejar de lado los egos y seguir resolviendo “problemas reales de la gente”. Con ese cierre, dejó ordenada su salida hacia la Legislatura pero también marcó el norte de la administración que quedará en manos de Eva Mieri, con obras en carpeta y un reclamo abierto a la Nación.