El avance simultáneo de José Antonio Kast en Chile y Javier Milei en Argentina ha vuelto visible un entramado transnacional que opera desde hace una década con ambiciones políticas claras. Aunque ambos líderes se presentan como fenómenos locales, sus discursos y estructuras de apoyo revelan una conexión sostenida con organizaciones españolas que promueven una agenda antiaborto, antigénero y de confrontación cultural. Esta dimensión internacional, que rara vez se explica a fondo en la discusión pública, es clave para entender el alcance real de sus proyectos.
En ambos casos, el vínculo con la derecha española no es accesorio, sino una relación consolidada con figuras, fundaciones y eventos que moldean buena parte de su perfil ideológico. La presencia de Kast en la Red Política por los Valores y la participación recurrente de Milei en actos organizados por Vox muestran cómo estos liderazgos latinoamericanos encuentran en España una plataforma simbólica, logística y discursiva que refuerza sus batallas políticas internas, especialmente en torno a los derechos sexuales y reproductivos.
Tanto Kast como Milei se integran en estructuras que buscan articular una "Iberosfera" conservadora con líneas estratégicas coordinadas. Kast lo hace a través de la Red Política por los Valores, un espacio impulsado desde España que reúne a líderes contrarios al aborto y a las políticas de diversidad. Milei, por su parte, se apoya en la Fundación Disenso, el Foro Madrid y los grandes eventos de Vox, donde su figura se proyecta como parte de un frente ideológico mayor. Estas redes funcionan como multiplicadores de mensajes, difusores de marcos culturales y vínculos que reconfiguran la política latinoamericana.
La agenda antiaborto y antigénero es el puente más visible que une ambas trayectorias. Kast ha respaldado abiertamente campañas promovidas por organizaciones españolas que combaten el aborto y la educación sexual, mientras Milei ha convertido la derogación de la ley argentina de interrupción voluntaria del embarazo en un eje de su confrontación cultural. En ambos casos, la influencia española se expresa no solo en la retórica, sino en la importación de marcos conceptuales y estrategias que buscan deslegitimar políticas de igualdad en sus respectivos países.

La influencia de estas redes se vuelve especialmente relevante en contextos electorales, donde las campañas de Kast y Milei han intentado matizar su radicalidad sin romper con su base ideológica. Kast procura suavizar su imagen para ampliar su electorado en Chile, pero sus vínculos con organizaciones españolas conservan un peso estructural que condiciona sus propuestas. Milei, ya en el poder, alterna la moderación táctica con declaraciones que confirman su alineamiento con los actores españoles que lo han respaldado desde antes de su llegada a la presidencia.

Estas conexiones indican que la derecha española funciona como una plataforma de legitimación, expansión y respaldo doctrinario para dirigentes latinoamericanos que buscan reposicionar el mapa político regional. La articulación Kast-Milei, aun desde países y circunstancias diferentes, sugiere la consolidación de un proyecto transnacional que combina batalla cultural, redes organizadas y estrategias coordinadas para influir en debates críticos sobre derechos civiles, modelos de familia y los límites del Estado.