La Libertad Avanza sumará a partir de diciembre un mayor caudal legislativo en ambas cámaras del Congreso.
Pero, además, tendrá espadas más experimentadas y con varias batallas en el lomo. El caso más emblemático es el de Patricia Bullrich, que comandará el bloque violeta en el Senado.
A pesar de su trayectoria parlamentaria, Bullrich nunca fue senadora. Estuvo 12 años en el Congreso. Siempre en Diputados.
Su primera incursión en la Cámara baja fue de la mano del PJ porteño en 1993. Fue un triunfo histórico del peronismo, habitualmente derrotado en territorio capitalino. Antonio Erman González encabezó la lista que se impuso a la UCR 32 a 30%. Bullrich estaba tercera en la boleta e ingresó.
En el 2007, Bullrich alcanzó su segundo mandato. También por CABA. Ahora competía dentro de la Coalición Cívica, de Elisa Carrió, y ganó con el 15% de los votos. Una elección híper fragmentada. En el 2011, en pleno derrumbe de “lilita”, logró renovar su banca con un ajustado 6%.
Sin embargo, la sociedad entre Bullrich y Carrió no duraría mucho tiempo más. La Coalición Cívica decidió, luego del fracaso del 2011, no conformar un interbloque con otros espacios. Querían recuperar su “esencia”, hacer “introspección”. Quedaba afuera Bullrich, de Unión por Todos.
Fue un quiebre importante. Desde ese momento, la actual ministra de Seguridad abandonó el espectro opositor “progresista” o “socialdemócrata” y se acercó al PRO y otras expresiones del peronismo de centro-derecha.

Así, junto a esas vertientes se conformó en el 2012 el Grupo de Acción Política para la Unidad (GAPU). En su lanzamiento estuvieron Eduardo Amadeo, Rafael Pascual y la propia Bullrich, entre otros.
“Estamos seguros de que es el momento para pensar en los grandes trazos que el país debe acordar, incluyendo entre éstos la consolidación de las instituciones democráticas, el respeto a nuestra constitución, el aliento al federalismo, la independencia de la justicia, el desarrollo económico que genere progreso, inversiones, empleo y justicia social para todos, así como la necesidad de trabajar hacia el futuro poniendo la proa en la educación, en la seguridad, en definitiva, en el progreso social”, rezaban en la “carta fundadora”.
Ya en el 2013 Bullrich apoyaba al PRO en la ciudad de Buenos Aires, y lo mismo ocurrió en el 2015, donde hizo campaña por Horacio Rodríguez Larreta, que tuvo que sortear una PASO contra Gabriela Michetti.
10 años después, Bullrich vuelve al Congreso. Ahora como oficialista y jefa de bloque. Arduo desafío.
FA