18/11/2025 - Edición Nº1015

Política

Recorte parlamentario

La motosierra llega al Congreso: qué busca Martín Menem con la subasta

18/11/2025 | La Cámara de Diputados avanza con la subasta de 20 autos oficiales en una señal de ajuste que llega en la previa a las extraordinarias. La jugada de Martín Menem reordena recursos y envía un mensaje político hacia el Gobierno.



En la antesala de un diciembre caliente, la Cámara de Diputados anunció la subasta de 20 vehículos oficiales como parte de un plan de reducción de gastos impulsado por su presidente, Martín Menem. La medida llega justo cuando el Gobierno nacional prepara un paquete de proyectos para las sesiones extraordinarias y busca mostrar austeridad en cada dependencia estatal.

El comunicado oficial de la Cámara Baja destacó que la decisión apunta a “promover el uso eficiente y racional de los recursos públicos”, una definición que Menem viene repitiendo desde que asumió. La subasta, administrada de manera electrónica por el Banco Ciudad, se realizará el viernes 5 de diciembre al mediodía y tendrá exhibición previa de los vehículos en las puertas del Congreso.

Los autos a la venta incluyen modelos Chevrolet Prisma y Spin, Peugeot 408, VW Vento y Bora, Ford Ranger, Chevrolet S10 y Renault Master. De los 20 vehículos que conforman la flota, solo uno presenta fallas mecánicas; el resto cuenta con la VTV al día. Para Menem, se trata de un lote “sobredimensionado” que no responde a las necesidades actuales de la Cámara.

La decisión no es solo administrativa: también deja un mensaje político. Con el Gobierno exigiendo “austeridad total” y con el Congreso en el centro de cada discusión presupuestaria, Menem busca mostrar que el ajuste también se aplica puertas adentro. El gesto apunta tanto a sus aliados libertarios como a la oposición, que cuestiona el uso de recursos en un Parlamento cada vez más tensionado.

Mientras el oficialismo prepara la discusión del presupuesto 2026 y un nuevo paquete de reformas, la subasta aparece como un anticipo del clima que viene: menos estructura, menos gastos y más presión sobre cada área del Estado. En ese tablero, Menem juega su propio juego: achicar hoy para negociar mañana.