Por fuera de las obras hidráulicas que hoy centran toda la atención ante el drama de las inundaciones, la finalización de la denominada “Ruta del Cereal” vuelve a aparecer como uno de los reclamos más resonantes del campo bonaerense en materia de infraestructura.
La buena noticia para los productores es que la pavimentación del último tramo, de unos 30 kilómetros, figura dentro del proyecto de Presupuesto 2026 que envió Axel Kicillof a la Legislatura.
Fuentes del Ministerio de Infraestructura bonaerense consultadas por NewsDigitales ubican a la inversión en el listado de las diez obras prioritarias del siguiente año. Con un monto cercano a los $39.000 millones, es la apuesta más importante en materia vial para el sector agropecuario.
Sin embargo, las dificultades económicas que afronta la provincia ante las deudas de casi $13 billones por parte de Nación y el antecedente de una paralización de esa obra emblemática, ocurrida tiempo atrás en uno de los sectores a asfaltar, hacen que los productores tomen con cautela el anuncio.
La Ruta del Cereal tiene una extensión total de 96 kilómetros, desde la Ruta Provincial 86 hasta la Ruta Nacional 33.
Recorre los Caminos Secundarios Provinciales 080-10, 107-08 y 019-10, atravesando Mones Cazón, Salazar, Girodías, Trongé y Garré, dentro de los municipios de Pehuajó, Daireaux, Guaminí, Trenque Lauquen y Tres Lomas.
Este corredor forma parte de un esquema vial más amplio que articula caminos rurales, rutas provinciales y conexiones mayores hacia los puertos de Bahía Blanca y Quequén en el sur, y hacia Rosario en el norte. Su pavimentación completa es considerada clave para cerrar un circuito logístico que hoy opera con fuertes limitaciones.
El primer sector de 48 kilómetros, emplazado entre Salazar (Daireaux) y la Ruta provincial 86, fue completado en dos instancias: 26 kilómetros se pavimentaron en 1990 y otros 22 kilómetros en 2017.
El segundo tramo es un corredor de 47 kilómetros entre Salazar y Garré (un punto tripartito entre Trenque Lauquen, Guaminí y Tres Lomas) sobre los Caminos Secundarios Provinciales 019-10 y 107-08. El proyecto contempla 45,1 kilómetros de pavimentación nueva y 1,3 kilómetros de repavimentación, en el acceso a la Ruta Nacional 33.
Según los avances verificados en esta etapa, ya se completaron aproximadamente 17 kilómetros de pavimento entre Salazar y Girodías (Trenque Lauquen) lo que deja unos 30 kilómetros pendientes para llegar hasta Garré y cerrar el tramo que la Provincia promete terminar en 2026.
El proyecto incluye señalización horizontal y vertical, banquinas de tierra de 3 metros, accesos a campos y calles transversales, además de alcantarillas laterales y transversales en los sectores que serán pavimentados.
La inversión actualizada asciende a $39.152 millones, financiados por el programa provincial PROMEI y por rentas generales.
“Hoy la obra está en marcha” destacó a este medio uno de los intendentes de los distritos involucrados, aunque nadie sabe a ciencia cierta cuanto tiempo llevará completar los kilómetros faltantes.
La Ruta del Cereal fue licitada en julio de 2021 y comenzó a ejecutarse en marzo de 2022, pero acumuló varios períodos de neutralización. El primero se produjo entre septiembre y octubre de 2023 por cuestiones vinculadas a la redeterminación de precios, y el segundo comenzó en enero de 2024.
A partir de abril de ese año, el Ministerio de Infraestructura y Vialidad Provincial abrieron un proceso de renegociación con la empresa contratista, que concluyó en mayo de 2025 con un nuevo acuerdo técnico y financiero.
La reactivación efectiva llegó en junio, con un plan de avance revisado y el compromiso oficial de finalizar el tramo pendiente en 2026.
La Ruta del Cereal atraviesa una zona central para la producción agrícola y ganadera bonaerense. Su área de influencia -unas 650.000 hectáreas- abarca cultivos de soja, girasol, maíz y trigo, y es utilizada para el movimiento anual de alrededor de 260.000 cabezas de ganado.
También es un corredor clave para la actividad tambera, ya que integra la Cuenca Lechera Oeste, donde funcionan cerca de 40 establecimientos.
Por su rol directo en la logística rural, la obra ha sido históricamente reclamada por productores, transportistas y entidades agropecuarias. Una vez completada, permitirá reducir tiempos de viaje, mejorar la transitabilidad en períodos de lluvias y bajar costos logísticos, especialmente en el transporte de granos, hacienda y leche.