El proyecto de Presupuesto 2026, que ya ingresó al Congreso, prevé un gasto total de 148,1 billones de pesos. De esa cifra, el 62% -unos 92 billones- se destinará a prestaciones sociales. Este universo incluye jubilaciones, pensiones, asignaciones familiares, programas sociales y recursos vitales para el PAMI, todas partidas bajo la órbita del Ministerio de Capital Humano, que encabeza Sandra Petovello.
La mayor parte del gasto recae en jubilaciones y pensiones, que absorberán 71 billones de pesos. Sin embargo, el punto de máxima fricción es el destino de las Asignaciones Familiares. Para ellas se proyectan 10,1 billones, pero el Gobierno propone, mediante el artículo 73 del Presupuesto, que estos beneficios dejen de actualizarse por inflación.
La Oficina de Presupuesto detalló que el PAMI recibirá 3,6 billones de pesos, con una parte significativa proveniente de los aportes de los propios jubilados y el resto asistencias directas del Tesoro. En paralelo, los programas sociales contarán con 7,4 billones, lo que implica un incremento del 20% respecto de los fondos asignados durante 2025.
El oficialismo aspira a aprobar la Ley de Presupuesto durante las sesiones extraordinarias previstas entre el 10 y el 31 de diciembre. No obstante, la oposición ya rechazó la eliminación de la movilidad para AUH, discapacidad y asignaciones familiares. Pese a las objeciones, la falta de actualización será el eje central del debate legislativo de las próximas semanas.