19/11/2025 - Edición Nº1016

Internacionales

Alianza renovada

Arabia Saudita y Estados Unidos: ¿nace una nueva potencia en tecnología?

18/11/2025 | La visita del príncipe saudí abre una fase de acuerdos militares y tecnológicos que replica patrones vistos con Emiratos Árabes Unidos.



El acercamiento entre Donald Trump y Mohammed bin Salman marca un punto de inflexión en la política estadounidense hacia Medio Oriente, con la promesa de cazas F-35, pactos de seguridad e inversiones masivas en tecnología. La Casa Blanca busca consolidar una relación que vuelva a situar a Arabia Saudita como socio prioritario, mientras Riad intenta recomponer su imagen internacional y ampliar su influencia regional. La probabilidad de que este acercamiento derive en compromisos de largo plazo es alta, dada la convergencia de intereses en materia de defensa e innovación.

La visita también refleja la voluntad saudí de anclar su transición económica en alianzas tecnológicas de gran escala. Para Trump, asegurar miles de millones en inversiones en IA, infraestructura digital y energía se convierte en un argumento político clave. El intercambio -armas de quinta generación a cambio de capital estratégico- se perfila como la nueva columna vertebral del vínculo bilateral, con incentivos sólidos para ambas partes.

La Casa Blanca 


Casa histórica y emblemática que alberga la oficina del presidente de EE.UU.

Un patrón que se repite 

La dinámica recuerda al intento de Estados Unidos de vender F-35 a Emiratos Árabes Unidos, cuando el paquete incluía cooperación en inteligencia artificial, ciberseguridad y drones avanzados. En ambos casos, Washington utiliza las armas más sofisticadas de su inventario para atraer a socios que exploran alternativas estratégicas, especialmente en torno a China. La preocupación por preservar la ventaja militar cualitativa de Israel vuelve a aparecer como punto de fricción central.

Como ocurrió con EAU, Arabia Saudita enfrenta presiones para limitar su cercanía tecnológica con Beijing a cambio de acceso a sistemas estadounidenses. La Casa Blanca busca impedir que sus aliados del Golfo profundicen alianzas digitales, financieras y militares con China, lo que elevaría los costos de contención estratégica. Así, el F-35 y los acuerdos de seguridad funcionan como medios para reforzar alineamientos regionales.

Las implicaciones geopolíticas 

Si ambos países avanzan en un pacto de seguridad y en un paquete de inversiones, Washington consolidaría un anclaje decisivo en la competencia global, fortaleciendo su posición en Medio Oriente frente al avance chino. Al mismo tiempo, Riad obtendría garantías de defensa que refuercen su disuasión regional y una plataforma de crecimiento basada en tecnología norteamericana. Este equilibrio podría alterar la arquitectura estratégica del Golfo.


Trump y MBS sellan una alianza militar‑tecnológica que redefine el equilibrio en Medio Oriente. 

El desenlace dependerá de si se superan los límites impuestos por la relación con Israel y la cuestión palestina, factores que históricamente condicionaron la velocidad de estas negociaciones. Sin embargo, el precedente emiratí indica que, incluso sin normalización con Israel, los acuerdos pueden avanzar en seguridad y tecnología. La convergencia de intereses sugiere un alto margen para que esta nueva alianza tome forma.