El gobierno de Polonia anunció que dos ciudadanos ucranianos, en colaboración con la inteligencia rusa, están implicados en una explosión ocurrida en la vía férrea que conecta su capital con la frontera ucraniana. Los sospechosos habrían huido hacia Bielorrusia.
La ruta afectada -la que une Varsovia con Lublin y llega hasta el paso fronterizo hacia Ucrania- es de gran importancia estratégica, ya que sirve para el tránsito de ayuda, carga pesada y apoyo logístico hacia el país que pelea contra la invasión rusa. El primer ministro polaco calificó el episodio como “un acto de sabotaje sin precedentes” destinado a poner en peligro la seguridad del Estado y entorpecer la cadena de suministros.
En uno de los incidentes, se colocó un artefacto a la vía que fue detonado al paso de un tren de carga mediante un cable de unos 300 metros. En otra zona, se encontró una abrazadera de acero sobre los rieles con la aparente intención de descarrilar el convoy, junto a un teléfono móvil conectado a una batería portátil, aparentemente para grabar el momento. A pesar de que no hubo víctimas, las autoridades consideran que el daño pudo haber derivado en un grave desastre ferroviario.
Agentes polacos inspeccionan el tramo ferroviario donde se produjo la explosión.Las fuerzas de seguridad polacas informaron que uno de los autores ya había sido condenado en Lviv, Ucrania, por participar en sabotajes, pero no fue detenido porque residía en Bielorrusia. Este hecho abre un nuevo frente diplomático, porque Bielorrusia es un aliado cercano de Moscú y podría haber facilitado la huida o brindado refugio.
Moscú por su parte rechazó cualquier implicación, acusando a Polonia de caer en “rusofobia”. Desde Varsovia se afirma que este episodio forma parte de una tendencia creciente: actos de sabotaje, incendios provocados, ciberataques y operaciones encubiertas que, según los polacos y sus aliados en Europa, corresponden a la estrategia de guerra híbrida que Rusia despliega más allá del frente en Ucrania. El ferrocarril polaco -cuentan los analistas- ahora se ve como zona de riesgo por su papel como corredor logístico en tiempos de conflicto.
Históricamente, Polonia ya ha denunciado que su infraestructura ha sido blanco de este tipo de operaciones: ejemplos previos incluyen incidentes vinculados al sabotaje de líneas de tren y redes de transporte que tuvieron por objetivo debilitar la resiliencia del país o sembrar incertidumbre. En esa perspectiva, el ataque reciente no es un hecho aislado, sino parte de un patrón que combina amenazas convencionales y no convencionales en el contexto de la guerra en Europa Oriental.
Las autoridades polacas anunciaron que colaboran con servicios de inteligencia aliados, que investigan y siguen la pista de los responsables para llevarlos ante la justicia, dondequiera que se encuentren. Mientras tanto, el Parlamento polaco convocó una sesión de emergencia, los militares inspeccionan decenas de kilómetros de línea ferroviaria y se reforzaron medidas de seguridad en puntos sensibles del sistema de transporte. Mapa del corredor férreo entre Polonia y Ucrania, por el que se canaliza ayuda militar y humanitaria.