El jefe del bloque peronista del Senado, José Mayans, avanzará hoy con un intento explícito de mostrar poder interno antes del recambio legislativo. Su objetivo es ordenar a los 34 senadores que aún integran el interbloque, que a partir del 10 de diciembre se reducirá a 28, y contener cualquier movimiento que pueda derivar en fracturas.
El movimiento se definirá después del encuentro que ayer encabezaron el propio Mayans, Lucía Corpacci, Germán Martínez, Mariel Fernández y Ricardo Pignanneli. Allí discutieron una estrategia común para blindar tanto al Senado como a la Cámara de Diputados frente a una interna que sigue abierta y que amenaza la cohesión de las bancadas.
Según trascendió, la situación en la Cámara alta estaría más encauzada que en Diputados. Por eso, Mayans planea comunicar hoy la decisión de unificar dos de los principales bloques del interbloque: Unión por la Patria, liderado por Juliana Di Tullio, y el Frente Nacional y Popular, que encabeza el propio formoseño. La fusión busca mostrar músculo político y evitar deserciones en un contexto donde cada voto puede ser determinante.
El interbloque también incluye a Convicción Federal, integrado por Guillermo Andrada, Fernando Salino, Carolina Moisés y Fernando Rejal. Son figuras vinculadas a gobernadores dialoguistas, exmandatarios provinciales o dirigentes que tomaron distancia de La Cámpora, y suelen mantener posiciones más flexibles en negociaciones con el oficialismo.
Con el reordenamiento de hoy, Mayans aspira a exhibir cohesión ante un escenario parlamentario que será más ajustado y competitivo. El peronismo busca llegar al 10 de diciembre con un mensaje claro: pese a la interna, todavía puede actuar como un bloque con peso propio.