22/11/2025 - Edición Nº1019

Sociedad


Fallo histórico por inclusión escolar:

La Justicia ordenó reintegrar al hijo de Rodrigo Rey, diagnosticado con TEA

20/11/2025 | El Juzgado de Garantías del Joven N° 3 de La Plata hizo lugar al amparo presentado por el arquero de Independiente y su pareja y obligó a una institución educativa de City Bell a garantizar la continuidad escolar de sus hijos. Un fallo que sienta precedente.



Un fallo judicial considerado histórico marcó un precedente en materia de derecho a la educación inclusiva en Argentina. El Juzgado de Garantías del Joven N°3 de La Plata hizo lugar al amparo presentado por el arquero de Independiente, Rodrigo Rey, y su pareja, María Laura Cáceres, luego de que una institución educativa rechazara la matrícula para el ciclo 2025 de sus hijos, Renata y Benicio. Este último cuenta con un diagnóstico de Trastorno del Espectro Autista (TEA), condición que volvió aún más grave la exclusión.

Según la resolución, la Justicia ordenó “hacer lugar al amparo” y condenar a la Fundación José Manuel Estrada a garantizar la continuidad escolar de ambos niños “hasta la finalización de los ciclos educativos”. El tribunal dispuso además que la institución debe asegurar que Benicio acceda a una educación plena, integradora e inclusiva, respetando sus particularidades y promoviendo su desarrollo integral.

El fallo también realizó una recomendación explícita tanto a la institución como a los padres: fortalecer el vínculo y garantizar un entorno escolar “armónico, digno y potenciador de capacidades”, siempre bajo el principio del Interés Superior del Niño.


 

Un caso de discriminación indirecta

La Justicia calificó la situación como un caso de discriminación indirecta, al considerar que la decisión de no renovar la matrícula produjo un impacto desproporcionado por motivos vinculados a la discapacidad y que el colegio no logró justificar la medida con fines legítimos.

En consecuencia, la Fundación José Manuel Estrada deberá reintegrar a ambos estudiantes al Colegio de City Bell; realizar ajustes razonables para la inclusión de Benicio, e implementar capacitaciones obligatorias en discapacidad y derechos humanos para todo el personal, como garantía de no repetición.

Cómo comenzó el conflicto

El conflicto se desató cuando la institución educativa comunicó a Rey y Cáceres que sus hijos no tendrían matrícula renovada para 2025. La decisión afectaba de manera particular a Benicio, cuyo diagnóstico requería continuidad pedagógica y un acompañamiento adecuado. La familia entendió la medida como un acto de vulneración del derecho a la educación inclusiva y presentó un amparo judicial.

Meses después, el tribunal resolvió a favor de los niños, quienes al inicio del conflicto tenían ocho y quince años. La sentencia garantiza que ambos permanecerán en la escuela hasta finalizar sus trayectorias educativas: nivel secundario en el caso de la hija mayor y nivel primario y secundario para su hermano.

El caso de los hijos de Rodrigo Rey se convierte en un precedente judicial significativo para familias con niños con TEA en todo el país. En varias jurisdicciones, aún se registran dificultades de acceso, acompañamiento y continuidad escolar, a pesar de la normativa vigente que protege el derecho a la educación inclusiva.

La resolución, señalan especialistas, refuerza la obligación de las instituciones educativas de garantizar entornos accesibles y no discriminatorios, y podría impulsar nuevas acciones de familias que atraviesan situaciones similares.