En pleno juicio oral por la causa de los Cuadernos, Mauricio Macri aseguró que el destape del escándalo a mediados del 2018 fue el “último empujón” para su posterior derrota del 2019.
Se trata del caso que investiga una supuesta red de sobornos pagados por empresarios a funcionarios del gobierno kirchnerista entre 2005 y 2015, a partir de las anotaciones de un cuaderno del chofer Oscar Centeno.
La expresidenta Cristina Kirchner, una de las principales imputadas, ha insistido en sus descargos que los cuadernos son "truchos" y que la causa fue "fabricada".
A pesar de que la causa involucraba a exfuncionarios del kirchnerismo, Macri insistió en las consecuencias económicas negativas derivadas del caso.
Así, reveló que mientras había un clima de euforia en algunos funcionarios de su gobierno, el por entonces ministro de Economía, Nicolás Dujovne, lo llamó de urgencia.
“Esto es un desastre. Van a creer (el mercado) que esto es el Lava jato”, le dijo Dujovne, desanimado. Macri se mostró sorprendido por el pesimismo de su funcionario: “Pero el Lava jato es del gobierno que estaba en funciones; esto era del gobierno anterior”.
Recordemos que el Lava jato fue el proceso judicial de Brasil donde se descubrió un esquema masivo de sobornos y desvíos de fondos en la petrolera estatal Petrobras, que invocraba a importantes funcionarios nacionales.
“Los mercados no son tan finitos. Mañana empiezan de nuevo a mover el dólar”, siguió Dujovne, completamente resignado.
Macri recordó que, hasta la revelación de los cuadernos, habían logrado estabilizar el dólar en torno a los 29 pesos, y tras el estallido del caso volvió a escalar fuerte hasta los 35. “Fue más recesión y el último empujón para que no podamos llegar seis meses antes a mostrarle a la gente lo que ya sucedía en agosto del 2019, donde teníamos un 1% de inflación, crecíamos y con reservas”, señaló Macri.
FA