25/11/2025 - Edición Nº1022

Internacionales

Brote regional

¿Pueden 47.000 casos de dengue en Cuba desatar una crisis regional?

20/11/2025 | La isla reporta más de 47.000 casos sospechosos y se integra a una región marcada por brotes simultáneos de dengue y chikunguña.



Los más de 47.000 casos sospechosos de dengue o chikunguña confirmados por Cuba detonaron una alarma sanitaria que trasciende sus fronteras. La magnitud del brote, agravada por la falta de insumos diagnósticos y la saturación hospitalaria, revela un escenario donde el subregistro es la norma y donde los cuadros graves aumentan con rapidez. Este repunte reafirma una tendencia que la isla venía arrastrando desde meses atrás y que ahora adquiere una dimensión inédita.

Al mismo tiempo, el deterioro estructural del sistema de salud cubano condiciona la capacidad de respuesta frente a enfermedades transmitidas por el mosquito Aedes. La escasez de reactivos, la limitada fumigación y la demora en la vigilancia epidemiológica son factores que amplifican la circulación viral. En este contexto, la confirmación de menores en estado crítico subraya la fragilidad del escenario y anticipa un aumento de complicaciones.

Cuba


Cuba, oficialmente República de Cuba, es un país soberano insular, asentado en las Antillas del mar Caribe. El territorio está organizado en quince provincias y un municipio especial con La Habana como capital y ciudad más poblada.

Expansión continental

La situación cubana no ocurre en aislamientoSudamérica también enfrenta brotes intensos de arbovirosis, con más de 200.000 casos sospechosos de chikunguña registrados en 2025 y cifras históricas de dengue. Países como Brasil, Argentina y Colombia han visto superar sus promedios anuales, impulsados por condiciones climáticas favorables al mosquito y servicios de control vectorial que resultan insuficientes. Este cuadro regional establece una dinámica donde los picos epidémicos se refuerzan mutuamente.

A ello se suma que los cambios ambientales y la urbanización acelerada generan escenarios permanentes de riesgo. La presencia simultánea de dengue y chikunguña dificulta el diagnóstico clínico y presiona a los sistemas de salud, que deben responder a síntomas similares con recursos limitados. La experiencia sudamericana muestra cómo la vigilancia fragmentada favorece la expansión silenciosa del virus y demora la adopción de medidas efectivas.

Perspectiva de riesgo

El repunte en Cuba y el ascenso regional comparten un factor determinante: la debilidad en las infraestructuras de salud pública. Aunque las causas de fondo varían entre países, la combinación de crisis económicas, clima extremo y capacidades reducidas de control vectorial crea un terreno fértil para nuevos brotes. La región enfrenta el desafío de sostener campañas continuas y de reconstruir mecanismos de alerta temprana que han demostrado ser insuficientes.


La chikunguña es una enfermedad viral transmitida por la picadura de mosquitos que causa fiebre, dolor intenso en articulaciones y dolor muscular, y de cabeza.

Mirada estratégica La convergencia de brotes evidencia que ningún país puede enfrentar estas enfermedades de manera aislada. Cuba, como varios vecinos, requerirá cooperación regional, actualización de protocolos y fortalecimiento de su red epidemiológica. Si la tendencia actual continúa, la región podría enfrentar ciclos cada vez más intensos, donde el costo sanitario y económico será mayor que el de invertir en prevención coordinada.

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